El frío se hizo sentir con fuerza este jueves y Rosario se despertó envuelta en una postal invernal. A pesar del cielo despejado, la ciudad tocó temperaturas bajo cero y obligó a sacar el abrigo más grueso del placard.
El otoño empieza a despedirse con un gesto helado en Rosario. Este jueves por la mañana, la ciudad registró una sensación térmica de -3°C, un dato que no dejó lugar a improvisaciones: quien salió sin bufanda o guantes seguramente lo lamentó en la primera cuadra.
A las 7, el termómetro marcaba oficialmente -0,9°C, pero el aire parecía cortarse con cuchillo y la calle ofrecía una escena clásica del invierno anticipado: vidrios empañados, aliento visible, y ese silencio particular que traen las mañanas frías cuando hasta el viento se queda quieto.

Aunque el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había prometido una jornada con pocas nubes, no todos esperaban semejante zarpazo del clima. Con el cielo completamente despejado, el sol asomó temprano pero su presencia fue más simbólica que efectiva: la máxima prevista para este jueves es de apenas 12°C, uno de los valores más bajos de toda la semana.
El frío no sólo perforó el piso del pronóstico: la humedad rozó el 100%, y si bien la visibilidad fue casi perfecta, el aire inmóvil contribuyó a acentuar la crudeza del amanecer.

Por la tarde podrían aparecer algunas nubes tenues, aunque el panorama general es de estabilidad. No se esperan lluvias en los próximos días y, según los pronósticos, el fin de semana será frío pero agradable, ideal para planes al aire libre, eso sí: con gorro y abrigo puestos.
Para quienes ya estaban soñando con el verano, habrá que armarse de paciencia. El invierno todavía no llegó, pero ya se hizo sentir.

