CLG fue en búsqueda del testimonio de conductores para saber qué piensan de los incrementos. "Es un mal al que nos estamos acostumbrando", fue una de las frases que se repitió
La inflación no cesa. Y uno de los rubros como el de los combustibles ha sufrido aumentos considerables en el último tiempo. Según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, durante el primer semestre de este 2021 acumulan un aumento promedio del 37%, superando el índice inflacionario.
El dato más significativo del informe es que los combustibles están hoy, en promedio, 72% más caros que hace un año atrás. Así, en Rosario llenar un tanque de un VW Bora con Nafta Premium cuesta $5.958, aproximadamente $2.398 más que el año anterior.
CLG fue en búsqueda del testimonio de los rosarinos que cuentan con vehículo para saber qué piensan de los incrementos.
«Por ahí en este contexto de pandemia no se sufre demasiado porque se circula bastante menos, el problema va a ser cuando los chicos vuelvan a la escuela porque va a repercutir un poquito más en el bolsillo pero bueno, uno ya está acostumbrado a todo esto y hasta lo naturaliza, será cuestión de seguir aguantando y achicar otros gastos porque la movilidad es indispensable. No lo puedo usar menos porque es una herramienta de trabajo«, opinó el primero de los consultados.
«Ya no se puede aguantar más, uno que usa el auto para trabajar estos aumentos son terribles, insostenibles para las cuentas en la casa, hay que hacer malabares para seguir el día a día. Es un mal al que nos estamos acostumbrando porque esto pasa todos los meses y no sabemos qué va a pasar«, indicó el siguiente.
«Cuando escuchás en los noticieros que va a aumentar no te queda otra, no tenés otra forma porque la moto es mi fuente de trabajo. El transporte público no te conviene porque es muy caro y la frecuencia es muy mala«, se quejó otra mujer consultada por CLG.
«El aumento es general, no sólo en los combustibles, es en la comida, los impuestos, todo… así que, está todo mal. Se naturaliza día a día, no ganamos una, el obrero no gana una«, se resignó otro.
«Cuesta, se hace bastante inaccesible. No podés hacer nada, ojalá que mejore pero difícil. Se usa menos para ir a trabajar y al médico, después se guarda«, expresó la siguiente.
«Creo que nos estamos acostumbrando y es lo peor que nos puede pasar. Van de a poco y cuando te das cuenta es un montón. Ahora muchas veces lo pienso antes de usar el auto, antes no«, se sinceró otra.
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