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«Roma» puede romper un siglo de tradición en los Oscars


Un proyecto muy personal del mexicano Alfonso Cuarón puede cambiar este domingo drásticamente la historia de Hollywood: en 90 años de los Óscar, ninguna producción hablada en un idioma diferente al inglés se ha llevado el mayor premio de la noche, el de mejor película.

Y «Roma», un filme independiente en blanco y negro, hablado en español y en un dialecto indígena, tiene bastantes chances de romper con esta tradición casi centenaria.

Otras 10 películas «extranjeras» como «La vida es bella» y «El tigre y el dragón» recibieron nominaciones en la categoría más importante, pero ninguna se llevó hasta ahora el premio.

Por eso es que pese a que muchos «oscarólogos» colocan esta obra maestra como la gran favorita, hay que esperar hasta que se abra el sobre al final de la larga ceremonia.

Los premios de los sindicatos sirven de termómetro para la gran competencia: parece estar muy claro que Glenn Close ganará como mejor actriz por «La esposa» o que Mahershala Ali y Reginal King se impondrán como actores de reparto.

Incluso parece no haber discusión en que el propio Cuarón se llevará la estatuilla a mejor dirección o «Roma» ganará la categoría de filme extranjero.

Pero la mejor película, una incógnita.

«Green Book», en la que Ali interpreta al pianista negro Don Shirley, y que cuenta el viaje que hizo con su chofer blanco Tony «Lip» Vallelonga (Viggo Mortensen) por el sur de Estados Unidos en tiempos de segregación, es también favorita.

Los pronósticos se reducen a estas dos producciones… pero de nuevo, hay que esperar el sobre.

«Pantera negra», «Infiltrado en el KKKlan», «Bohemian Rhapsody», «La favorita», «Nace una estrella» y «Vice» también compiten en la máxima categoría.

«Cada filme tiene seguidores apasionados, pero ninguno tiene consenso», dijo a la AFP Tim Gray, editor de premios de la revista Variety.

 Discusiones importantes

El drama autobiográfico del ya oscarizado Alfonso Cuarón, que acumula un total de 10 nominaciones, relata la historia de las dos mujeres que marcaron la infancia del propio director: su madre, en pleno proceso de separación de su marido, y una joven empleada doméstica de origen indígena, embarazada tras sus primeras experiencias sexuales.

A través de ellas -interpretadas por las nominadas Marina de Tavira y Yalitza Aparicio, respectivamente- la película ofrece un profundo retrato de los conflictos y jerarquías sociales del turbulento México de los años 70.

El sábado ganó como mejor filme internacional en los premios Spirit al cine independiente.

«El filme abre ciertas discusiones que son importantes y que se debieron hacer hace siglos, y entre ellas está la de los trabajadores domésticos», dijo Cuarón a periodistas.

Muchos detractores de «Roma» buscan en realidad frenar a Netflix.

El gigante del streaming, que compite por primera vez en las principales categorías de los Óscar, es denostado por los estudios tradicionales por privilegiar la distribución en internet y de forma muy limitada en las salas de cine.

«Roma estaría al frente sin importar quien la distribuyera», dijo a la AFP Peter Debruge, crítico de Variety. Pero «Netflix fue la compañía que apostó, que se la jugó con esta película».

Tres meses después del estreno, la película aún se proyecta en más de 100 salas de cine en Estados Unidos, según Cuarón.

Y en eso está la fuerza de Netflix.

El mal recuerdo de Blancanieves

En la carrera por la estatuilla a mejor actor, la interpretación de Rami Malek en «Bohemian Rhapsody» del líder de Queen, Freddie Mercury, parece tener más chances que la transformación de Christian Bale en «Vice».

«Con Rami Malek, ves un papel que realmente conectó con la audiencia», señaló Debruge.

Glenn Close, que también ganó en los Spirits, celebró el «increíble» trabajo que hicieron sus colegas nominadas, entre las que se incluyen Aparicio y Lady Gaga.

«No creo que haya perdedoras», dijo a periodistas el sábado.

La organización de esta edición de los Óscar ha pasado por varios fiascos, que incluyen medidas como crear una ambigua categoría de película popular o entregar estatuillas importantes durante cortes comerciales, ambas abortadas tras fuertes críticas.

La gala tampoco tendrá presentador por primera vez desde 1989, cuando el show abrió con un desastroso dueto musical entre Rob Lowe