El comediante luchó durante mucho tiempo contra su adicción y contó cómo fueron esos duros momentos en los que decidió rehabilitarse.
El humorista Rodrigo Vagoneta hace reír a muchos, pero a pesar de su gran popularidad, en su vida personal padeció por varios años una terrible adicción. Hoy, ya rehabilitado, describió cómo fueron algunos de esos oscuros momentos que protagonizó.
Al participar como Invitado a «Almorzando con Mirtha Legrand», conducido por Juana Viale, el comediante mostró otra faceta de su vida, muy diferente a la que conocemos. Rodrigo reveló cómo fue vivir con su problema de alcoholismo y cómo logró dejarlo atrás.
«Hace cuatro años que no consumo una gota de alcohol. Por suerte tuve la gracia de Dios de poder salir de eso porque estaba atado y ya no era feliz», comenzó diciendo Vagoneta.
Sobre los primeros síntomas que ahora nota que eran parte de su enfermedad, recordó: «Tomaba cuando salía del teatro o cuando salía de la tele, durante la función no, era como una cosa que había que ir a festejar, todavía no lo tengo muy claro. Y la soledad también, porque yo estuve en mi casa mucho tiempo solo, a veces desempleado, entonces era comprarse algo para tomar y ponerse con la computadora, pero tuve la suerte de pegar el volantazo en el momento justo».
Luego, sorprendió al contar un hecho que le hizo buscar ayuda inmediatamente: «Mi click fue cuando un día mi mujer me dio a mi hijo y yo tuve miedo que se me caiga porque era un bebé. Ahí dije ‘¡Ay, Dios mío!'».
En la mesa mostró que brindaba con agua y dio un consejo a quienes puede estar atravesando por su misma situación: «Esto se lo digo a la gente que está viviendo problemas con el alcohol, que estoy seguro que en la cuarentena hay mucha gente, porque yo sé de qué estoy hablando que se puede salir, que se puede ser feliz. Hay que aceptarlo, dar un primer paso y en mi caso me dijeron ‘pedile al ser supremo que vos quieras, pero no tomes más, porque te hace mal'».