Los ojos del mundo del fútbol estarán puestos hoy en Paraguay. Es que en Luque, ciudad donde está la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol, los presidentes de River y Boca se reunirán con el titular de la Conmebol en una contienda donde Alejandro Domínguez buscará poner una fecha para el partido revancha de la final, mientras que los clubes jugarán su partido de cara al posible fallo del Tribunal de Disciplina.
Es que tanto el presidente de River, Rodolfo D Onofrio, como su par de Boca, Daniel Angelici, irán con posturas diametralmente opuestas para tratar de definir el título 2018 de la Copa Libertadores.
Angelici buscará, ya como lo hizo mediante un escrito, que la Conmebol descalifique a River de la competencia 2018, y de esa manera Boca se consagre como campeón, esgrimiendo como argumento el antecedente de la sanción que sufrió el club de la Ribera en 2015, con el recordado episodio del «gas pimienta».
En la reunión que se realizará en la sede de la Conmebol en la ciudad paraguaya de Luque, además de Angelici y D’Onofrio, estará el presidente de la entidad, Alejandro Domínguez, y hasta el presidente de la AFA, Claudio Tapia.
Fue el propio Domínguez quien el domingo anunció que la final se postergaba, e invitó a los presidente de ambos clubes a que se presenten en su oficina de Paraguay para poder encontrarle una solución a este conflicto.
Si bien Conmebol entiende que Boca solicitó que el partido no se jugara por el hecho de la «igualdad deportiva», algo a lo que River accedió, entiende que si el partido revancha no se juega en el Monumental, y en el peor de los casos sin público, se dejaría de lado eso de la «igualdad deportiva».
Boca irá por todo
Boca irá con la postura de la agresión que sufrieron sus jugadores en las inmediaciones del estadio Monumental y se apoya en el cumplimento del reglamento, como sucedió en 2015, cuando por el incidente en la Bombonera, el del recordado gas pimienta, el equipo fue descalificado de la competencia en los octavos de final, precisamente ante River.
Boca se ampara en el artículo 18 del Reglamento que prevé, entre las sanciones más importantes, la «deducción de puntos», la «determinación del resultado de un partido», la «obligación de jugar un partido a puerta cerrada» y «descalificación de competiciones en curso y/o exclusión de futuras competiciones».
Angelici anticipó la jugada el domingo cuando envió la carta al Tribunal de Disciplina de Conmebol, y en caso que el pedido no prospere, podría recurrir al Tribunal deportivo (TAS).
El primer encuentro disputado en la Bombonera terminó 2 a 2 y el sábado pasado debían definir en Núñez, pero la agresión contra el micro xeneize provocó la suspensión del partido y la reprogramación para el domingo, día en el que tampoco se disputó.
Las lesiones de los jugadores Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, además del caos que fue la llegada y todo la estadía del plantel en el Monumental, serán los argumentos que pondrá Boca en el escritorio.
La posición de River, totalmente opuesta
A su vez, Rodolfo D’Onofrio aseguró que de darle los puntos a Boca y por ende ganado el partido y el título de campeón, se vivirá «una de las más grandes traiciones».
«No hay ninguna posibilidad de que le den por ganado el partido a Boca. Si sucede será una vergüenza absoluta y total, una de las más grandes traiciones que puede hacer alguien», afirmó D´Onofrio en vísperas de la reunión.
Las decisiones del Tribunal de Disciplina y la reunión de los presidentes van por vías diferentes, y los fallos del tribunal son de cumplimiento obligatorio.
Sin embargo, la postura de River ante la posibilidad de que Boca esgrima el artículo 18 del Reglamento, es contraria, dado que consideran que no es aplicable ya que los incidentes del sábado ocurrieron fuera del estadio Monumental, donde la responsabilidad corre a cargo de las fuerzas de seguridad, y los en 2015 dentro de la Bombonera.
Hoy los ojos del mundo del fútbol se posarán en la sede de la Conmebol. ¿La final de la Libertadores se define en un escritorio?