Las dos grandes ciudades habilitaron ciertas actividades en la última semana mientras el coronavirus se expande en otras partes de Brasil
Después de casi cuatro meses cerrados, los bares y otros comercios volvieron a abrir sus puertas en Río de Janeiro y San Pablo en Brasil. En medio de esta reapertura, el país registrada uno de los días más letales de la pandemia.
El argumento principal de los gobiernos estatales para la reactivación fue la baja en la ocupación de camas de terapia intensiva, según informó RT. Sin embargo, la cantidad de muertos y contagios sigue siendo muy elevada en la potencia sudamericana.
Además, el coronavirus registró una leve desaceleración en estas grandes ciudades, pero sigue propagándose y, a gran velocidad, en poblados más pequeños donde hay menos unidades de cuidados intensivos disponibles.
El martes Brasil registró 1.312 muertes, en total ya contabiliza 66.741. Los contagiados, por su parte, son 1.668.589, de acuerdo a los últimos datos compartidos.
En San Pablo, los centros comerciales ya llevan un mes funcionando y han generado en algunas ocasiones aglomeraciones de personas. Las peluquerías y salones de belleza abrieron esta semana y se espera que cines, teatros y museos abran a fines de mes.
En Río de Janeiro, por otro lado, muchas personas realizaron paseos marítimos o actividades al aire libres permitidas desde principio de mes. Los bares y restaurantes abrieron en su mayoría el 2 de julio y recibien cada vez más clientes. Desde entonces, han sido multados varios comercios por violación a las normas sanitarias y otros directamente clausurados.
Ambas ciudades han ido permitiendo gradualmente los cultos religiosos. A su vez, desde la semana pasada el gobierno central de Jair Bolsonaro decretó que el uso de máscaras ya no es obligatorio dentro de las iglesias.