Desde esta semana se unificaron los valores diurnos y nocturnos: la bajada de bandera cuesta $2.117 y la ficha o minuto de espera, $89
En Rosario ya rige la nueva tarifa única para el servicio de taxis, una medida que elimina la diferenciación entre los valores diurnos y nocturnos. A partir de ahora, la bajada de bandera cuesta $2.117 en cualquier momento del día, mientras que la ficha y el minuto de espera se tarifan a $89. La medida apunta a simplificar el sistema, pero según advierten desde el sector, no alcanza para revertir la fuerte caída en la demanda.
“La verdad es que no tenemos viajes, esa es la realidad”, expresó con crudeza Mario Cesca, presidente de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), en declaraciones radiales. El dirigente gremial planteó que la unificación tarifaria representa un aumento del 15% al 20% respecto a los valores anteriores, pero eso no se traduce en una mejora para los trabajadores.
«Hoy, durante el día, la gente sigue tomando el taxi. Pero a la noche, con más tiempo y posibilidad de esperar, se vuelcan a las aplicaciones no registradas», explicó Cesca en diálogo con Cadena 3. La competencia con servicios informales de transporte digital, como Uber y similares, se hace sentir especialmente en horarios nocturnos, un segmento que históricamente había sido compensado con tarifas más altas debido a los mayores riesgos e inversiones necesarias para operar.
La tarifa promocional, una incógnita
Junto con la implementación de la tarifa única, el municipio dejó abierta la posibilidad de aplicar una tarifa promocional con valores más bajos ($1.652 la bajada y $78 la ficha), pensada como estrategia para competir con las aplicaciones. Sin embargo, aún no hay precisiones sobre cómo ni cuándo se aplicará.
“Prácticamente no se sabe nada de ese tema. Fue una idea que se tiró sobre la mesa, pero no se avanzó en su implementación”, cuestionó Cesca. El referente remarcó que la incertidumbre genera aún más tensión en un sector golpeado por la caída del poder adquisitivo de los usuarios y el crecimiento de la informalidad.
Además, advirtió sobre las consecuencias que podrían surgir si el Estado no regula de manera firme a las aplicaciones. “Lo que va a pasar con esto es que va a desaparecer el trabajo en relación de dependencia”, sostuvo, apuntando a un escenario de mayor precarización en el sistema de transporte urbano.
La implementación de la tarifa única aparece como una medida de ordenamiento, pero que no resuelve los problemas estructurales de fondo: baja demanda, tarifas que no alcanzan a cubrir costos, competencia desleal y falta de políticas que garanticen un servicio sustentable y formal en la ciudad.
