El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió hoy a los donantes que sigan financiando la respuesta al brote de Ébola en la República Democrática del Congo (RDC), pues de lo contrario podría volver a aumentar el riesgo. Hay una necesidad urgente de US$ 148 millones para que todos los asociados involucrados en la respuesta continúen su trabajo. Hasta el momento, se han prometido menos de US$ 10 millones.
El llamamiento llega una semana antes de la próxima misión del Dr. Tedros a la RDC, en la que está previsto que se reúna con el presidente Tshisekedi en Kinshasa antes de viajar a las zonas de Butembo y Katwa, afectadas por el Ébola.
«La situación no tiene precedentes: nunca ha habido un brote de Ébola en estas condiciones, con una población tan móvil y tantas deficiencias en el sistema de salud», dijo el Dr. Tedros.
«El contexto de seguridad es otra gran preocupación. Me entristecen profundamente las noticias de que un centro sanitario administrado por Médecins Sans Frontières en Katwa fue atacado el domingo por la noche. Sin embargo, junto con los asociados y con el gobierno de la RDC a la cabeza, hemos logrado importantes avances. Se han evitado cientos de muertes, tal vez incluso miles. Pero el brote no ha terminado y necesitamos urgentemente fondos adicionales para acabar con él».
Se han vacunado más de 80 000 personas y se han tratado más de 400. Miles de casos sospechosos han sido seguidos, sometidos a pruebas y transferidos a otros centros cuando se confirmó que no tenían Ébola. Se han identificado y seguido personal y diariamente durante tres semanas más de 40 000 contactos para tener la seguridad de que no habían contraído también la enfermedad. Solo la OMS ha enviado más de 300 toneladas métricas de suministros, entre ellos materiales para la vacunación y 470 000 juegos de equipos de protección personal para los asociados que trabajan en centros de tratamiento.
Además de la respuesta en el país, se han capacitado y preparado para responder a posibles casos cientos de profesionales sanitarios, guardias de frontera y otros trabajadores de países vecinos.
Los asociados que están participando en la respuesta han contenido el brote en zonas de salud sucesivas y han impedido la transmisión a los países vecinos, lo que demuestra que el éxito es posible a pesar de las dificultades del contexto. Sin embargo, la transmisión en curso en Butembo y Katwa hace posible que el brote alcance zonas aún más volátiles y peligrosas, donde casi ningún asociado podría trabajar. Es por eso que se necesita apoyo ahora. Solo si se mantienen e intensifican las medidas actuales podremos poner fin a este brote en los próximos meses.
El plan de respuesta para el período de febrero a julio, que reúne las acciones previstas y las necesidades de financiación de todos los asociados y que fue presentado por el ministro de salud del país el 13 de febrero, basa la respuesta en las estructuras del sistema de salud local, el fortalecimiento de las capacidades del personal local, especialmente a nivel provincial y local, y la profundización de la participación de las comunidades, especialmente de los grupos de mujeres y sobrevivientes.
«Tenemos la responsabilidad compartida de poner fin a este brote», dijo el Dr. Tedros, y agregó que el continuo y generoso apoyo técnico y financiero de la comunidad de donantes es una prueba del compromiso mundial para detener el brote. «Ahora necesitamos que se unan a nosotros en el empuje final. Ningún país ni asociado puede por sí solo hacer frente a este virus mortal. El impacto en la salud pública y las ramificaciones económicas pueden extenderse mucho más allá de un país o continente. Prometemos que no vamos a ceder hasta que hayamos detenido este brote. Pero vencer al Ébola, dondequiera que sea, es caro y exige que todos trabajemos juntos».