La Cámara de Garantías de Mercedes dejó sin efecto un beneficio que le había otorgado un fallo de primera instancia. Continuará alojado en una cárcel común
La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Mercedes revocó la prisión domiciliaria con monitoreo electrónico para el cantante conocido como L-Gante, quien continuará detenido en una cárcel común.
El tribunal de alzada dejó sin efecto una medida dispuesta en primera instancia que todavía no se había concretado y que le hubiera permitido a L-Gante continuar detenido en una de sus propiedades.
“La posibilidad de acceder a la morigeración de la prisión preventiva que pesa sobre el encartado, se encuentra condicionada a que los peligros procesales que fueron el sustento de aquella, puedan ser neutralizados por una medida menos gravosa”, enunciaron los camaristas Carlos Risuleo y Oscar Reggi.
Enseguida contrapusieron: “no advertimos que las condiciones personales del imputado, valoradas por el juez de grado, se presenten como circunstancias excepcionales que habiliten a morigerar la cautelar que pesa sobre el mismo”.
Sobre el fallo que le había concedido el beneficio de la prisión domiciliaria, el tribunal sentención: “los argumentos dados por el juez de garantías no resisten el análisis”.
Los camaristas rechazaron que existiera una “disminución ‘sobremanera’ de los riesgos procesales” y desestimaron el argumento según el cual la domiciliaria de L-Gante “podría evitar que algún fanático aislado del detenido pueda perpetrar algún tipo de amenaza o reprimenda hacia cualquiera de las víctimas”.
“Tal modo de razonar –dijeron los camaristas- importa un incentivo para que cualquier imputado que se encuentre privado de su libertad atemorice a las víctimas, por sí o por interpósita persona, para de ese modo obtener una excarcelación o morigeración de la coerción”.
La morigeración de la prisión para Elián Ángel Valenzuela (tal el nombre real de L-Gante) había sido apelada por las presuntas víctimas y por los fiscales Raúl Villalba y Lucas Oyhanarte.
L-Gante está imputado por los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas coactivas, amenazas simples y tenencia simple de estupefacientes”.
Los tres episodios por los que permanecerá encerrado ocurrieron en la madrugada del 27 de mayo pasado y el 6 de junio, a la salida de un boliche en el Gran Buenos Aires.