El ministro de Economía encabezó el cónclave que el Gabinete económico mantuvo con referentes de las empresas más destacadas del país
En el marco de la reunión que el Gabinete económico mantuvo hoy con los principales empresarios del país, el ministro de Economía, Martín Guzmán, les prometió «sensatez» y dijo que el Gobierno no caerá en «promesas» exageradas, lo que desató aplausos de los referentes del sector privado.
El eje del encuentro fue la necesidad de avanzar con un acuerdo de precios y salarios, e incluyó una aclaración del sector empresarial de que no son responsables por el alza de la inflación.
Guzmán expuso los supuestos macroeconómicos para este año, dijo que ya se trabaja en el Presupuesto 2022 y exhibió gráficos y brindó cifras sobre la recuperación de la actividad tras los momentos más duros de la pandemia, según pudo saber la agencia Noticias Argentinas de fuentes que participaron del encuentro en el Museo del Bicentenario.
El ministro destacó la necesidad de coordinar las expectativas con el fin de lograr mantener a raya la inflación, y ratificó el objetivo de que el costo de vida se ubique por debajo del 30% cuando concluya el año.
Dijo que el Gobierno hará todo lo necesario para garantizar que el déficit fiscal primario se ubique en el 4,5% del Producto Bruto, que será la meta a proponer al FMI para lograr un acuerdo de facilidades extendidas que permita prorrogar vencimiento del préstamo por u$s 44.000 millones, tomado durante la gestión de Mauricio Macri.
El ministro también destacó el proceso de recuperación de reservas que se vienen dando en las últimas semanas y la estabilidad cambiaria.
Al respecto, consideró que ambos elementos jugarán a favor de una «recuperación del salario real», en línea con lo conversado el miércoles con la dirigencia sindical.
Guzmán reiteró que el compromiso del Gobierno es cumplir con la ley de Presupuesto, pero recalcó que la apertura al diálogo con los empresarios oyentes y los gremios es una tarea colectiva, que pretende avanzar en una dirección coordinada, con «premisas sensatas» y evitando «promesas rimbombantes».
El cónclave fue encabezado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien estuvo acompañado, además de Guzmán; por los ministros de Producción, Matías Kulfas; y de Trabajo, Claudio Moroni.
También participaron el titular del BCRA, Miguel Pesce; la directora de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
Cafiero dijo que «no existe una sociedad que se realice solo desde el Estado, pero tampoco una que lo haga solo desde el mercado», y abogó por «hacer más vigoroso todo el enclave exportador argentino».
«Necesitamos vigorizar el mercado interno y queremos establecer un acuerdo político y social entre todos los sectores», señaló.
«Teniendo en cuenta la pandemia y el estado de situación, lo que queremos es establecer un acuerdo político y social entre los distintos sectores de la sociedad», explicó.
Entre los empresarios que participaron estuvieron Luis Pagani, de Arcor; Luis Pérez Companc, de Molinos Río de la Plata; Jean Carlo Aubry, de Nestlé; Karla Schlieper, de Mondelez; Juan Garibaldi, de Danone; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza; Teodoro Karagozian, de TN Platex; Mario Ravettino, de ABC; Joaquín de Grazia, de Granja Tres Arroyos; Claudio Drescher, de Jazmín Chebar; Alberto Álvarez Saavedra, de Gador; Hugo Sigman, de ELEA; Daniel Herrero, de Toyota; y Laura Barnator, de Unilever, entre otros.
También Gabriela Bardín, de Procter & Gamble; Carlos Blaquier, de Ledesma; Martín Ticinese, de Cervecería Quilmes; Rubén Chernajowsky, de Newsan; Alfredo Coto, de COTO; Paolo Rocca, de Ternium; Everton Negresiolo, de Acindar; Javier Madanes Quintanilla, de Aluar; Sergio Faifman, de Loma Negra; Guillermo Mausel, de Solvay Indupa; Diego Ordoñez, de DOW Química / PBB Polisur; Humberto Cattorini, de Rigolleau; Javier Quel, de Tetrapak; Sergio Affronti, de YPF; Pablo Ruival, de Arauco; Christophe Dumont, de Monsanto-Bayer; Diego Pino, de Transclor; Martín Castro, de Bridgestone, e Iván Szczech, de Camarco.
Daniel Funes de Rioja -presidente de la Copal y dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA)- dijo que el diálogo con el Gobierno es «muy importante» para buscar una «estabilidad macroeconómica» que detenga la «espiral» inflacionaria.
Funes de Rioja reconoció que nada de eso se consiguió durante el gobierno de Mauricio Macri.
«Sin el crecimiento del sector privado, ningún país se recupera y crece», sostuvo, y remarcó que ningún empresario quiere inflación.
Consideró que el país «necesita no sólo recuperarse, necesita crecer y generar empleo. Todo eso se da en un marco de estabilidad macroeconómica y nosotros no queremos la inflación».
Tras este encuentro, el Gobierno tiene previsto organizar otro el que ambas partes (sindicalistas y empresarios) estén presentes.
Esa reunión se desarrollaría el próximo 23 de febrero, y la encabezaría el presidente Alberto Fernández.