Los taxistas rosarinos siguen en pie de guerra ante el posible desembarco de Uber en la ciudad. La aplicación amenaza con llegar y los integrantes de diversas asociaciones que nuclean a los trabajadores de taxis se movilizaron este miércoles por la mañana para que se impida la inclusión de la app a través de la creación de un marco legal en Rosario.
Desde las 9, un importante número de taxistas partieron desde Oroño y Cochabamba y recorrieron las calles de la ciudad con banderas, bombos y pancartas, que lucían frases como “Competencia desleal” o “En defensa de 10 mil puestos de trabajo”.
La manifestación se dividió en dos columnas. Una tomó Pellegrini y la otra fue por Wheelright, con un punto de encuentro en común: el Monumento a la Bandera.
CLG dialogó con Fernando Amici, de la Asociación Argentina de Titulares de Taxis y Remises, quien aseguró que esta «es la manifestación más grande de la historia de Rosario«.
«Uber no es una aplicación, es una remisería ilegal. La gente se confunde, porque aquellos que quieren meter este proyecto dicen que es una app, pero lo que en realidad es un servicio público. Y como tal, no cumple con las condiciones que tenemos nosotros. Ellos, al llamarle aplicación, se piensan que estamos en contra de la tecnología, y nada que ver. De hecho tenemos una, llamada Movi, que funciona perfecto y hasta diría que es mejor que Uber«, apuntó Amici.
«Hay que decir que vienen a precarizar el trabajo y a dejar a los tacheros sin laburo. La posible llegada de Uber repercutirá sin dudas en nuestro trabajo. Ellos coparon el mercado con una tarifa que es un tercio de la nuestra, pero porque no pagan un impuesto«, añadió.
En otro orden, José Tornambé, titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), aseveró: «En Buenos Aires, Uber está prohibido. Sin embargo ellos siguen funcionando de forma ilegal. Tuvieron una aceptación en Mendoza, y los compañeros están viviendo una fuerte depresión porque no se sabe qué va a pasar”.
El Sindicato de Cadetes fue otro que se sumó a la marcha y se manifestó en contra de la llegada de Glovo, la aplicación de delivery que ya funciona en Rosario. Los sectores se unieron ya que están llevando una lucha «similar», según afirman.