Tras el violento incidente, el joven perdió su trabajo. Pero afirmó que intentará ayudar a reparar los daños, porque los vecinos “no tienen nada que ver”
El martes recorrió las redes y los medios de comunicación la imagen de un joven repartidor descargando su bronca contra un portero eléctrico de un edificio del macrocentro rosarino. Sin embargo, no había trascendido la razón de tanta furia. Más tarde, fue entrevistado por El Tres y dio sus razones.
En la entrevista, Javier pidió disculpas por el ataque de ira y afirmó que intentará ayudar a reparar los daños. Aseguró que el desenlace violento tuvo que ver con varios hechos desafortunados que vivió esa noche y que terminó de estallar con presuntos malos tratos de la clienta a la que le llevaba el pedido.
“A un Rappi le habían robado la moto cuando en la heladería teníamos muchos pedidos, era la hora pico. Fui a socorrerlo, lo llevé a la comisaría y le dimos dinero para que se vuelva a su casa. Después empecé yo a hacer pedidos con atraso”, expresó el joven, que también es estudiante de Medicina, a El Tres.
Y añadió: “Quedaban tres pedidos, entre ellos éste de San Martín 1849. Estuve dos minutos en la moto llamando a la señora y no bajó. Empecé a tocar timbre, a llamar y no me atendía. El helado se derretía, no puedo estar mucho tiempo”. Cuando finalmente le contestó, le dijo que estaba acostada y que no toque más timbre que iba a llamar a la policía. “Tendrías que haber llegado antes”, concluyó la mujer.
“Fue una actitud que me sorprendió. Me dio mucha bronca e impotencia la actitud de esta señora. Y uno venía supercargado por los hechos que pasaron antes”, indicó el joven.
Sin embargo, Javier reconoce que no actuó para nada bien y aseguró que se acercará “para dar una mano o una ayuda monetaria de alguna manera porque los vecinos no tienen nada que ver”.