Una ordenanza, firmada en abril, suma más de 200 licencias nuevas a la ciudad, pero el Ejecutivo trabó la implementación. Desde la Cámara de Remiseros, en diálogo con CLG, exigen que se implemente
Moverse en Rosario a través del sistema público de transporte genera un estrés nunca antes visto en la ciudad. Falta de taxis por la noche y una pésima frecuencia de colectivos urbanos, es la combinación perfecta para que el ciudadano descrea de estos servicios. En este contexto, se alza la voz de un sector que está relegado hace años: las remiserías. Desde la Cámara de Remiseros de Rosario advierten que el Ente de la Movilidad de Rosario tiene cajoneada una ordenanza aprobada a fines de abril que amplía la cantidad de chóferes, entre otros puntos. CLG habló con el presidente de la institución, Alfredo Gordo que marcó que está problemática “viene desde hace años”.
En concreto, el texto aprobado por el Palacio Vasallo indicaba que se iban a sumar 110 licencias que estaban en caución y 115 que iban a ser destinadas a mujeres y trans, sumado a un pedido de comenzar las tratativas para que los remises tengan una metodología parecida a la de Movi Taxi ya que “se sigue con la vieja metodología de llamada telefónica, cuando hay otras tecnologías para tomar servicio”, apuntó Gordo. Entre otros puntos, cuando se reglamente, las chapas podrán ser transferibles dado que antes no por lo que quien no encontró el negocio como redituable, no pudo cumplir con el cambio de la unidad estipulado cada 5 años, se jubiló o eligió no salir más debido a la pandemia, debía devolverla.
Así los remises que podrían circular son 520, pero tan sólo lo hacen 220. Por lo que la suma de estas nuevas licencias sería una mejora sustancial en un servicio que aportaría a descomprimir al servicio de taxis y darle una oportunidad más a los rosarinos a la hora de moverse. “Todos los días dicen que no hay autos, acá en Rosario se abrió toda la actividad económica y hay alcoholemia cero y nosotros no podemos sacar 300 licencias de remises. ¿En qué cabeza cabe?”, fustigó Alfredo.
“Hace siete meses salió una ordenanza en el Concejo propuesta por Lorena Carabajal, se vota y la tenía que reglamentar el Ente de la Movilidad, sin embargo pedimos todas las semanas novedades y nos dicen que lo están estudiando”, comentó el referente remisero e ironizó: “Parece que están reformando la Constitución Argentina por todo el tiempo que llevan”.
Gordo advirtió que el Ejecutivo tenía 90 días para la implementación de esta ordenanza y lo tiene claro: “Esto le daría a Rosario más unidades de servicio público para trabajar, pero no puede ser que en la segunda ciudad de la República Argentina somos 220 remises en la calle”.
En este sentido habló del tiempo de espera, mientras que un taxi tarda entre 15 y 20 minutos, un remis “cómo mínimo son 30 minutos” y reveló que algunas de las empresas deciden no atender llamados porque saben que no tienen coches para ofrecer.
“Al poder legislativo no podemos pedirle más nada, ahora queda la parte ejecutiva pero no tenemos respuesta”, apuntó Gordo y aseguró que desconoce el porqué de la negativa ya que “no dan una explicación coherente”.
El remisero aseguró que “hay gente que quiere trabajar en los remises” y sentenció que está decisión es “seguir dándole más pasto a la hiena, ya que no hay remises y a la gente no le queda otra que recurrir al remis trucho”.