El número total de casos de la enfermedad llegan a 480.017 desde el comienzo de la pandemia
El Reino Unido registró en las últimas horas al menos 12.872 casos positivos y 49 muertes por coronavirus, en una nueva muestra de la intensidad que ha adquirido la segunda ola de contagios en el país, hecho que impulsó al primer ministro Boris Johnson a adelantar que el inminente invierno «podría ser muy duro para todos nosotros».
De todos modos, las autoridades aclararon que el conteo del alto número de contagios, registrado en un periodo de 24 horas hasta la mañana de ayer, responden a problemas técnicos que han provocado un retraso en recopilar y divulgar las cifras.
Debido al problema técnico, que fue resuelto, según las autoridades, las cifras de contagios que se publiquen en los próximos días serán más altas pues habrá que añadir otros registrados entre el 24 de septiembre y el 1 de octubre pasado, reportó la agencia de noticias EFE.
Mientras tanto, el número total de casos de la enfermedad llegan a 480.017 desde el comienzo de la pandemia, y con los nuevos 49 fallecimientos, la suma total alcanza los 42.317, según los datos oficiales.
El Gobierno británico anunció el jueves último medidas restrictivas en Liverpool y otras áreas del norte de Inglaterra, como la prohibición de reuniones entre personas que viven en distintos hogares, para contener el fuerte ascenso de contagios. Según las nuevas decisiones, estos contactos serán ilegales en lugares cerrados -como pubs, bares y restaurantes-, en el área de Liverpool, Warrington, Hartlepool y Middlesbrough (norte inglés).
Además, el Gobierno impuso recientemente nuevas medidas en Inglaterra, como la prohibición de reuniones con más de seis personas y el cierre de bares y restaurantes a partir de las 22 para frenar el avance de la segunda ola de la Covid-19, que está afectando particularmente el noroeste y noreste inglés.
El premier Johnson reconoció hoy que los ciudadanos tienen derecho a exhibir su enojo por su gestión de la pandemia, especialmente en áreas sujetas a estrictas reglas de bloqueo, y advirtió que el país enfrenta algunos meses difíciles por delante. «Este podría ser un invierno muy duro para todos nosotros», declaró en el programa Andrew Marr de la BBC, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Johnson admitió además que el programa de estímulos del Gobierno, diseñado para fomentar el consumo en bares y restaurantes, pudo haber contribuido a propagar el virus, y asumió también que su sistema de prueba y rastreo necesitaba mejorar.
«Por supuesto que estoy frustrado con eso», dijo sobre el régimen de pruebas del Gobierno. «No es perfecto, pero ha marcado una gran diferencia en nuestra capacidad para ver dónde se está propagando el virus», añadió.
También aseguró que la enfermedad por coronavirus que atravesó a principios de este año no le dejó secuelas y aconsejó a su aliado, el presidente estadounidense Donald Trump, que siga las recomendaciones de los médicos mientras permanezca internado en el hospital Walter Reed, donde está desde el viernes precisamente por la Covid-19.