Las autoridades británicas reportaron hoy 1.041 muertes por el coronavirus y además 62.322 casos, un récord diario desde el inicio de la pandemia
El Reino Unido informó hoy que en la última jornada sumó 1.041 muertes por el coronavirus, la cifra más alta desde el 21 de abril pasado, mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, defendió el tercer confinamiento que impuso para Inglaterra ante la necesidad de vacunar a la población más vulnerable.
Las autoridades reportaron hoy además 62.322 casos, un récord diario desde el inicio de la pandemia y el número de internados por el virus superó los 30.000 en todo el territorio por primera vez.
En total, más de 2,8 millones de personas se infectaron y 77.346 fallecieron en el país desde el estallido de la pandemia.
Inglaterra necesitaba un tercer confinamiento para vacunar a la población más vulnerable entre enero y febrero, dijo hoy Johnson ante el Parlamento, que se aprestaba a aprobar la medida de manera retroactiva.
«Tras el maratón del año pasado, estamos lanzados en una carrera para vacunar a las personas vulnerables más rápido de lo que el virus puede alcanzarlas», dijo el premier, cuya decisión, anunciada repentinamente el lunes por la noche, entró en vigor ayer.
«Pero si vamos a ganar esta carrera tenemos que darle a nuestro ejército de vacunadores la mayor ventaja posible» y «para hacerlo debemos una vez más quedarnos en casa», agregó el premier, citado por la agencia de noticias AFP.
Los 56 millones de habitantes de Inglaterra entraron ayer en su tercer confinamiento nacional, tras los de marzo y noviembre pasado, que regirá por ley hasta el 31 de marzo, según la legislación presentada el miércoles a la Cámara de los Comunes.
La fecha causó sorpresa porque Johnson había dicho el lunes que el confinamiento duraría hasta mediados de febrero.
El premier dijo hoy ante los diputados que regirá hasta el último día de marzo para permitir un alivio «controlado» de las restricciones y una vuelta gradual al sistema anterior de división de Inglaterra en zonas de distintos niveles de riesgo según su situación sanitaria.
La ley expira a fines de marzo próximo «no porque esperemos que el confinamiento total nacional continúe hasta entonces, sino para permitir una vuelta a los niveles de riesgo por regiones que sea continua, controlada y basada sobre evidencia», señaló.
En cuanto al resto del Reino Unido, Escocia inició ayer un nuevo confinamiento total durante todo enero, mientras Gales e Irlanda del Norte, que ya estaban confinadas parcialmente, cerraron sus escuelas.
Pese a la resistencia de algunos diputados del Partido Conservador de Johnson, la medida para Inglaterra será previsiblemente aprobada por muy amplia mayoría gracias al apoyo de la oposición laborista.
Su líder, Keir Starmer, que venía reclamando desde hacía días un nuevo confinamiento, volvió a criticar la lentitud y la inconstancia del Gobierno en la gestión de la pandemia.
«Esto no es solo mala suerte, no es algo inevitable, sigue un patrón» de lentitud del Gobierno a su respuesta a la crisis, dijo Starmer.
Pionero de los países occidentales en la campaña de vacunación, iniciada el 8 de diciembre, el Reino Unido ya inoculó a 1,3 millones de personas con las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Oxford, según dijo ayer Johnson.
El Ejecutivo se puso como objetivo haber vacunado a mediados de febrero a todos los mayores de 70 años, además de a los trabajadores sanitarios, casi 14 millones de personas.
«El calendario de vacunación es realista pero no fácil», reconoció en rueda de prensa ayer el consejero médico del Gobierno, Chris Whitty, una meta calificada como «muy ambiciosa, pero alcanzable» por el secretario de Estado encargado de la campaña, Nadhim Zahawi.