Los riesgos para los participantes se reducirán al mínimo asegurándose de que quienes participan estén completamente en forma y se hayan recuperado por completo de su primera infección
Jóvenes voluntarios sanos que hayan tenido naturalmente coronavirus, serán expuestos intencionalmente por segunda vez al virus, para probar cómo reacciona el sistema inmunitario de una persona recuperada, anunció este lunes la Universidad de Oxford.
La información del estudio permitirá diseñar mejores vacunas y tratamientos así como comprender si las personas están protegidas después de tener coronavirus y por cuánto tiempo.
El ensayo comenzará este mes y busca ver qué tipo de respuesta inmune puede evitar que las personas se vuelvan a infectar y saber cómo reacciona el sistema inmunológico por segunda vez.
Se llevará a cabo en dos fases con diferentes participantes en cada una, indicó la institución.
La primera fase establecerá la dosis más baja de virus que, en aproximadamente el 50% de las personas que han sido previamente infectadas de forma natural, puede afianzarse y comenzar a replicarse pero produce pocos o ningún síntoma.
Para la fase uno, hasta 64 participantes sanos entre las edades de 18 a 30 que hayan sido previamente infectados naturalmente con coronavirus serán reexpuestos al virus en condiciones cuidadosamente controladas.
El virus utilizado en el estudio será la cepa china original de Wuhan, y los participantes serán puestos en cuarentena en una suite hospitalaria especialmente diseñada durante un mínimo de 17 días bajo el cuidado del equipo de investigación.
Se someterán a numerosas pruebas médicas que incluyen tomografías computarizadas de los pulmones y resonancias magnéticas del corazón.
Los riesgos para los participantes se reducirán al mínimo asegurándose de que quienes participan estén completamente en forma y se hayan recuperado por completo de su primera infección.
Helen McShane, profesora de vacunación en el Departamento de Pediatría de la Universidad de Oxford e investigadora principal del estudio, dijo que este tipo de estudios nos dicen cosas que otros no pueden porque, a diferencia de las infecciones naturales, están estrictamente controladas.
«Cuando reinfectemos a estos participantes, sabremos exactamente cómo ha reaccionado su sistema inmunológico a la primera infección por coronavirus, exactamente cuándo ocurre la segunda infección y la cantidad de virus que contrajeron. Además de mejorar nuestra comprensión básica, esto puede ayudarnos a diseñar testeos que puedan predecir con precisión si las personas están protegidas», explicó.
Mientras que en la fase 2, la científica sostuvo que explorarán dos cosas diferentes: primero, definirán con mucho cuidado la respuesta inmune de referencia en los voluntarios, antes de infectarlos y luego, los infectarán con la dosis de virus elegida del primer estudio y medirán la cantidad de virus que se puede detectar después de la infección.
De esta forma explicó que se podrá comprender qué tipo de respuestas inmunitarias protegen contra la reinfección.
«En segundo lugar, mediremos la respuesta inmune en varios momentos después de la infección para que podamos entender qué respuesta inmune genera el virus», agregó.
Según la investigadora, los resultados podrían tener importantes implicaciones en la forma de tratar el virus en el futuro y servir de información no sólo para el desarrollo de vacunas, sino también para la investigación de una serie de tratamientos eficaces que también se necesitan con urgencia.