El canciller británico señaló que la nueva ley de seguridad es "una violación de las obligaciones internacionales asumidas libremente por China"
Reino Unido anunció este lunes que suspenderá su tratado de extradición con Hong Kong «inmediata e indefinidamente»y extenderá el embargo que ya tenía sobre China a esa región como respuesta a la cuestionada ley de seguridad nacional que impuso el Gobierno chino sobre la excolonia británica.
La respuesta de China se conoció poco después cuando el portavoz de la Cancillería, Wang Wenbin, acusó al Reino Unido de una «grave violación del derecho internacional» y de «interferir gravemente en los asuntos internos chinos», durante una conferencia de prensa.
También advirtió que el país «defendería firmemente en respuesta a los actos que interfieren en los asuntos internos de China».
Horas antes, el canciller británico Dominic Raab había explicado por qué el Gobierno en Londres está preocupado por la falta de garantías legales y judiciales para los ciudadanos de Hong Kong con la aprobación de la nueva ley de seguridad nacional china.
«La imposición de esta nueva legislación de seguridad nacional ha cambiado significativamente los supuestos clave que sustentan nuestros acuerdos de extradición con Hong Kong», aseguró Raab frente al Parlamento, según la cadena de noticias BBC.
«No consideraremos la reactivación de esos arreglos a menos que haya salvaguardas claras y sólidas que puedan evitar que la extradición del Reino Unido sea mal utilizada bajo la nueva legislación de seguridad nacional», agregó.
El canciller británico señaló, asimismo, que Reino Unido buscaba una relación «positiva, constructiva» y recíproca con China, pero que la nueva ley de seguridad es «una violación clara y grave de la Declaración Conjunta Reino Unido-China y con ello una violación de las obligaciones internacionales asumidas libremente por China».
Raab dijo que estaba «particularmente preocupado» por los artículos 55 a 59 de la ley ya que, sostuvo les dan a las autoridades chinas la capacidad de asumir jurisdicción sobre ciertos casos y de juzgar esos casos en tribunales de China continental, sin garantías legales o judiciales.
Como parte de los nuevos arreglos del gobierno británico, el embargo de armas del Reino Unido a China también se extenderá a la ciudad semiautónoma, incluyendo armas letales y equipos que podrían usarse para la represión de protestas.
«Dado el papel que China ha asumido ahora para la seguridad interna de Hong Kong y la autoridad que ejerce sobre la aplicación de la ley, el Reino Unido extenderá a Hong Kong el embargo de armas que hemos aplicado a China continental desde 1999», explicó Raab.
El Reino Unido ya anunció que ofrecerá un camino a la ciudadanía para tres millones de hongkoneses y Raab adelantó que esta medida podría estar lista a principios del próximo año. Los detalles se anunciarán antes del receso del Parlamento, que comienza el próximo jueves.
Poco antes, el primer ministro Boris Johnson había dicho que su Gobierno estaba cambiando sus acuerdos con Hong Kong para reflejar las «serias preocupaciones» de su gobierno sobre su nueva ley de seguridad, pero pidió un compromiso con China.
La cuestionada legislación de seguridad nacional, impuesta por Beijing a Hong Kong el 1 de julio, otorga a China nuevos poderes radicales sobre la ciudad semiautónoma.
Los críticos dicen que la ley, que no se reveló al público hasta después de su aprobación, marca una erosión de las libertades civiles y políticas de la antigua colonia británica; Los gobiernos chino y local argumentan que es necesario frenar los disturbios y defender la soberanía continental.
Al hablar sobre China durante una visita a una escuela en Kent, sureste de Inglaterra, Johnson afirmó hoy: «China es un factor gigante de geopolítica, va a ser un factor gigante en nuestras vidas y en la vida de nuestros hijos y nietos».
«Debemos tener una respuesta calibrada y vamos a ser duros con algunas cosas pero también vamos a seguir participando», agregó.