Política y Economía

Reforma judicial: movilización e incidentes en el Congreso en la previa de la sesión del Senado


Algunos incidentes frente al Congreso Fuente: LA NACION - Crédito: Fabián Marelli

Tras el banderazo que se llevó a cabo el 17 de agosto en contra de la reforma judicial, manifestantes volvieron a reunirse en una marcha opositora esta tarde, aunque con un epicentro distinto: esta vez no fue el Obelisco sino el Congreso de la Nación, en donde mañana se debatirá el proyecto de reforma.

Las personas se hicieron presentes para «abrazar» la sede del Poder Legislativo, en rechazo a la aprobación de la ley que pretende reorganizar los fueros, crear nuevos juzgados y obligar a los jueces a denunciar presiones mediáticas, entre otras medidas. A los ciudadanos de a pie, se sumaron, con bocinas, manifestantes que decidieron marchar desde sus autos.

Alrededor de las 17, el cielo se tiñó de negro y, al instante, comenzó a llover. Si bien la cantidad de personas presentes era notablemente menor en comparación a la anterior convocatoria de agosto, el tiempo no detuvo a los que estaban a pie.

Algunos, se refugiaron bajo los aleros de los locales de la zona o de las paradas de colectivo. Los más precavidos contaban con paraguas y los abrieron para permanecer frente a la plaza del Congreso. Cada uno, desde su lugar, continuó levantando su banderas y golpeando su cacerola.

Entre pares, los manifestantes pedían permanecer a pesar de la lluvia, alegando que sería pasajera. En efecto, veinte minutos más tarde, la lluvia cesó y los presentes salieron de sus refugios para pararse sobre la avenida Callao, aún más cerca del Congreso, y entonar el Himno Nacional.

El canto fue interrumpido por disturbios contra el periodista Ezequiel Guazzora. La policía detuvo a una persona que increpó a Guazzora y, automáticamente, eso provocó la reacción de la gente que se encontraba alrededor. «Libertad, libertad», comenzaron a gritar, a coro.

La intención de algunos de los manifestantes era realizar un acampe nocturno y un abrazo simbólico al Parlamento, y quedarse hasta mañana, cuando la Cámara de Senadores comience a debatir el texto de la ley. Pero el grupo de personas llegó al lugar con una carpa y baños públicos, que la policía de la Ciudad les obligó a levantar.