La presidenta de la Cámara alta citó para mañana a los legisladores. Mientras, desde Juntos por el Cambio insisten en postergar el tema
La presidenta del Senado, Cristina Kirchner, convocó a sesión especial para el jueves con el fin de tratar el proyecto de reforma judicial y Juntos por el Cambio insiste en su pedido de postergar el tema, mientras se afianza el rechazo de la oposición en Diputados.
La iniciativa obtuvo dictamen de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia el pasado jueves y será tratada en la sesión que fue convocada este martes para el jueves a las 14 a pedido de los senadores del Frente de Todos, que quieren aprobar el proyecto y girarlo a Diputados.
El decreto de convocatoria tiene un temario corto que incluye la habitual autorización para entrada y salida de tropas para ejercicios militares y dos dictámenes para dejar sin efecto dos designaciones en el Ministerio Público de la Defensa, a los que les sigue el proyecto sobre reforma.
Por su parte, en el interbloque de Juntos por el Cambio señalaron que mantendrán una reunión por videoconferencia este miércoles a las 18 para coordinar la posición de rechazo que llevarán a la sesión, con el argumento de que el tema «no es prioridad» y que busca «impunidad» de ex funcionarios kirchneristas.
El senador de Juntos por el Cambio Martín Lousteau pidió «postergar» el debate sobre la reforma judicial al tiempo que subrayó que «esto no es sobre la Justicia que usa la gente, esto trata sobre la Justicia de la política».
«Tenemos tiempo para reflexionar, posterguemos la reforma judicial porque hay un montón de debates más importantes que este en este momento», sostuvo el senador por la ciudad de Buenos Aires y remarcó que el país está «atrapado en las misma cuestiones que hace décadas y que encima las discute peor».
Durante el debate en las comisiones, el proyecto recibió críticas por parte de numerosos juristas y especialistas en el tema, que apuntaron principalmente a una «contradicción» con el sistema acusatorio que comenzó a regir en el país, por aumentar la cantidad de jueces en lugar de la cantidad de fiscales, cuyo rol es central para el nuevo Código Procesal Penal.
Los senadores del oficialismo introdujeron cambios al proyecto durante la última reunión de comisiones para tratar de generar un mayor consenso en torno a la iniciativa pero de todos modos firmaron el dictamen en soledad e introdujeron un cláusula que afianzó más el rechazo de la oposición.
Se trata de la modificación hecha a propuesta del neuquino Oscar Parrilli, que incluyó un artículo que exhorta a los jueces a denunciar «en forma inmediata» supuestas presiones «de los poderes mediáticos».
Desde la firma del dictamen, se sumaron voces en contra del proyecto como la del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la de los diputados nacionales de Consenso Federal y Córdoba Federal, que suelen votar junto al oficialismo en la Cámara baja.
A diferencia de lo que ocurre en el Senado, el Frente de Todos no tiene mayoría en la Cámara de Diputados, lo cual suma dudas sobre la viabilidad del proyecto.
A ello se le suma que el presidente de la Cámara, Sergio Massa, sostuvo la semana pasada que «hay cosas más importantes» que la reforma judicial y que «el Senado tiene otros tiempos».