Espectáculos

Recuerdos de la última «misa»: a 19 años del último recital de Los Redondos


El 4 de agosto de 2001 se despedía sin saberlo la banda más convocante e influyente del rock argentino en la ciudad de Córdoba

El sábado 4 de agosto de 2001, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, una de las bandas más influyentes y convocantes de la historia del rock nacional daba su último recital, en el estadio Chateau Carreras de Córdoba, que actualmente se llama Mario Kempes.

Unas 45.000 personas presenciaron aquel concierto; se trataba de la última vez que el Indio Solari y Skay Beilinson compartían un escenario. Se despidieron ante una multitud que pobló el predio, logrando un récord de convocatoria.

Ese 4 de agosto, llegaron al estadio cordobés fanáticos de todos los rincones de la Argentina para escuchar por última vez 25 clásicos y ser protagonistas, una vez más, del pogo más grande del mundo.

Pocos sabían que esa era la última misa ricotera Skay, el Indio, «Semilla» Bucciarelli, Walter Sidotti, Sergio Dawi y Hernán Aramberri se subieron juntos al escenario por última vez, tal vez sin saberlo.

El clásico «Hola» de Solari en todos los show daba comienzo a lo que sería el fin. Sonaba «Unos pocos peligros sensatos», y explotó el Chateau Carreras todo el estadio, seguido de “El pibe de los astilleros”.

Luego en una pausa el Indio habla y agradece en primer lugar a su médico «porque sin el no estaría acá». Sorpresivamente, la lista de aquel concierto no giró alrededor de sus dos últimos discos (Último Bondi y Momo Sampler) tocaron temas de varios discos y clásicos como «Vamos las bandas», «Preso en mi ciudad» y «Rock para los dientes».

Como era costumbre, todo indicaba que «Jiji» sería el cierre, sin embargo la gente se quedó pidiendo un bis y logró que la banda saliera nuevamente a escena e hicieron, con las luces encendidas, «Un ángel para tu soledad».

Ese día en Córdoba también se registró una nueva tragedia. Un joven santafesino de 31 años llamado Jorge Daniel Felippi falleció mientras se balanceaba sentado en una baranda a seis metros de altura, cayó desde un puente que comunicaba la entrada con las tribunas populares del estadio.

Y así se terminaba el ciclo de la banda más emblemática del rock argentino y terminaba una etapa en la historia de la cultura musical argentina.

Los Redondos tenían otro show programado para diciembre de ese año, en el estadio Unión de Santa Fe, pero la crisis social lo impidió. Ese show nunca se reprogramó y fue el final, inesperado, de Los Redondos. “Patricio Rey cree que no es el momento, que no hay ánimo para fiestas”, explicaron. 

Con la decisión de ponerle fin a más de 20 años de historia, algo que fue recibido como sorpresa tres meses después a partir de un anuncio oficial, continuó en una cantina de Buenos Aires y terminó en el fenómeno de masas más grande y convocante del rock argentino.