El alerta fue del Centro de Protección a la Naturaleza tras un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet
El Centro de Protección a la Naturaleza de Santa Fe (Cepronat) alertó que «los sábalos del tramo inferior del río Salado no están en condiciones de ser consumidos debido a los altísimos niveles de agrotóxicos en sus cuerpos» y que representan un «peligro para la salud pública», a partir de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Conicet que determinó «niveles récord» de agroquímicos en los ejemplares.
«El equipo dirigido por el Investigador del Conicet y profesor titular de ecotoxicología UNL, Rafael Lajmanovich, detectó en todas las muestras obtenidas niveles récord de glifosato, glufosinato de amonio y otros agrotóxicos y sus metabolitos», indicó el comunicado.
En esa línea, detalló que «dichos agrotóxicos constituyen niveles de contaminación subletal en los sábalos, pero por el fenómeno de bioacumulación, se convierten en un peligro a la salud pública y a la disponibilidad de alimentos para la población».
Según la investigación, el origen de la contaminación está en «el modelo de agricultura transgénica», que se utiliza en la provincia de Santa Fe para la producción de soja, maíz, trigo, algodón y otros.
«La gran cantidad de venenos que se utilizan en la agricultura desde hace muchos años, y que no desaparecen por arte de magia, nos está diciendo que donde los vayamos a buscar, los vamos a encontrar», remarcó.
«Ahora en el sábalo -continúa- así como también en nuestras hortalizas y frutas, en el algodón, en el río Paraná y los cursos de agua o humedales, en el aire».
Además, advirtieron que se requieren «urgentes medidas a los efectos de salvaguardar la salud de la población en forma integral».
«Sabemos que resulta difícil tomar algunas decisiones, pero las autoridades deben tener en cuenta que está en riesgo la vida de toda la ciudadanía», apuntaron.
«En el día de hoy, el Cepronat entregó notas de interpelación a los ministerios de Salud, Producción, Ambiente y en la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL)» en los que solicitó «información de las medidas a tomar o tomadas, teniendo en cuenta la gravedad de la situación descripta. Esperamos una decisión urgente de las autoridades», concluyeron.