La limpieza y desinfección del hogar es determinante ante el riesgo de infecciones. Por eso, desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades brindan algunas recomendaciones
Por estos días, aprender algunas recomendaciones para limpiar y desinfectar el hogar es bastante oportuno. Con la preocupación que existe en torno al tema del coronavirus, es conveniente saber qué podemos hacer desde nuestras casas para reducir el riesgo de infección y propagación.
Como lo explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Covid-19, o sea, la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus, puede propagarse de persona a persona cuando hay un contacto cercano. La transmisión ocurre a través de gotitas respiratorias, las cuales pueden proceder de la nariz o la boca de una persona infectada.
De igual forma, dicho goteo puede caer sobre superficies y objetos cercanos, lo que también supone riesgo de infección. En estos casos, si la persona tiene contacto con los mismos y luego se toca los ojos, la nariz o la boca, puede infectarse. Por eso, una adecuada limpieza general también es importante. ¿Qué deberíamos tener en cuenta?
¿Cómo limpiar y desinfectar el hogar?
Las estrategias para limpiar y desinfectar el hogar tienen como objetivo limitar la supervivencia de los virus que pueden residir en su interior. Aunque nos vamos a referir en particular a lo recomendado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en torno al tema de la Covid-19, son pautas que también pueden ayudar a prevenir otros procesos infecciosos.
Y es que, en general, una adecuada limpieza de los espacios del hogar es sinónimo de bienestar. Esta permite remover los gérmenes, la suciedad y todo tipo de impurezas que pueden facilitar la transmisión de infecciones. Además, combinada con productos de desinfección, ayuda a matar gérmenes presentes en las superficies. Veamos en detalle.
Limpieza y desinfección de rutina en el hogar
Con frecuencia, a lo largo del día, tenemos un continuo contacto con determinadas superficies del hogar. Ya sean las mesas, los pomos de las puertas, interruptores de luz, inodoros, grifos, etcétera, es importante asegurar su adecuada desinfección. Y decimos desinfección porque su limpieza superficial no basta.
Respecto a esto, los CDC nos aconsejan emplear limpiadores domésticos y desinfectantes que estén respaldados por la EPA y que sean apropiados para la superficie. Así, lo idóneo será tomar unos minutos para leer la información de la etiqueta. Esto, entre otras cosas, es determinante para darles un uso adecuado.
Hogares con personas aisladas: ¿qué tener en cuenta?
Para los hogares con personas aisladas en atención domiciliaria (por ejemplo por sospecha o confirmación de la infección por Covid-19), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) hacen recomendaciones más rigurosas en cuanto a la limpieza.
Además, a través de las instrucciones de cuidado en el hogar, recuerdan que la persona aislada debe permanecer en una habitación específica, alejada, en la medida posible, de otros miembros de la familia. En general, en estos casos, cuidadores y enfermos deben atender a lo siguiente:
Limpiar y desinfectar a diario las superficies de contacto continuo, como las mencionadas en el apartado anterior.
Lavar con más regularidad el baño y los artículos de uso personal de todos los miembros de la familia, especialmente de la persona enferma. Aquí van incluidas toallas, ropa de cama, prendas de vestir, etcétera.
A menos que se trate de un niño, personas discapacitadas o que no pueden tener contacto con desinfectantes, el cuidado puede proporcionar los productos de limpieza personal para la persona que está aislada.
Si en el hogar solo hay un baño, debe limpiarse y desinfectarse después de cada uso por persona.
Recomendaciones finales para la limpieza y desinfección:
Emplear guantes desechables al limpiar y desinfectar superficies. Los mismos deben tener un solo uso.
Al retirar los guantes, hay que lavar bien las manos, durante al menos 20 segundos, con agua y jabón.
Para limpiar algunos tipos se superficies se puede emplear una solución diluida de lejía doméstica, pero siguiendo las instrucciones de ventilación y uso. La solución se prepara mezclando 5 cucharadas de cloro por galón de agua.
Toda superficie blanda o porosa, como alfombras y tapetes, debe ser limpiada de manera regular con los limpiadores apropiados. Además, es conveniente lavar estos artículos usando agua caliente.
Los guantes también se deben al manipular ropa sucia de una persona enferma. Estas prendas no deben agitarse y, en la medida posible, hay que lavarlas con agua más cálida.
Finalmente, cabe recordar la importancia de asegurar una óptima higiene de las manos. Lavarlas con agua y jabón, varias veces al día, es clave para reducir todo tipo de riesgos de infección y propagación. El lavado debe reforzarse si hay enfermos en el hogar.
Además, debe repetirse al estar en contacto con mascotas, al preparar alimentos, antes de comer, después de entrar al baño, después de sonarse la nariz, toser o estornudar, entre otras situaciones de consideración.