La noticia sacudió la tarde del sábado. Los llamados no respondidos a sus allegados encendió la luz de alerta. Al llegar hasta el domicilio de Italia al 1400, las fuerzas de seguridad se encontraron con una escena terrorífica. Una familia entera había perdido la vida a causa de una intoxicación por inhalación con monóxido de carbono.
El «asesino invisible» como se lo conoce a este gas, es uno de los principales peligros que se presentan cada invierno ante la necesidad de calefaccionarse. El monóxido de carbono es un gas venenoso, no irritante, sin color ni olor, pero que al ser inhalado en altas concentraciones puede provocar la muerte en minutos. Es producido por la mala combustión del gas natural, la leña, el carbón o la nafta.
La utilización de artefactos de tiro balanceado, no dormir con estufas prendidas, colocar las rejillas de ventilación correspondientes en los espacios que tienen artefactos que no son de tiro balanceado y revisar las instalaciones de gas una vez al año son algunas de las recomendaciones para prevenir intoxicaciones.
Los primeros síntomas de intoxicación, que pueden ser dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, debilidad y pérdida del conocimiento. Existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta.
-El control de las instalaciones, el buen funcionamiento de los artefactos y la ventilación de los ambientes son los pilares de la prevención. Punto por punto, los consejos del Ministerio de Salud.
-Controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los artefactos: calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros.
-Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
-Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado que pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.
Existen distintos signos que muestran que un artefacto no está funcionando bien. En esos casos un gasista matriculado debe revisar la conexión en forma urgente:
-La llama de estufas y hornallas debe ser siempre de color azul. Si es anaranjada, es una mala señal.
– Lo más notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, es el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared (en el recorrido que hace el caño).