El «mal de la tela» que es una enfermedad generada por un hongo que produce secado de hojas, tallos y ramas y puede provocar mermas en los rindes de la yerba mate reapareció en Misiones quizá por cuestiones climáticas.
Para evitar su distribución dentro del lote, técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) recomiendan cortar las ramas afectadas y retirarlas para evitar nuevas infecciones.
Registrado por primera vez en 2010 en lotes de yerba mate de Misiones, el mal de la tela es causado por el hongo Rhizoctonia solani que, además de plantas de yerba Ilex paraguariensis, puede afectar al cultivo de té Camellia sinensis.
Como se trata de una enfermedad que puede provocar mermas en los rendimientos, y como no hay productos químicos autorizados para este cultivo, técnicos del INTA recomiendan el monitoreo permanente y la detección temprana para evitar pérdidas.
Los primeros síntomas se observan una vez que el hongo infectó la planta: «aparecen ramas secas entre las copas y pueden verse las hojas colgando de las ramas por una especie de tela o hilacha fina de color marrón», explicó Delia Dummel, responsable del laboratorio de Protección Vegetal del INTA Montecarlo (Misiones).
«Esa característica es lo que le da el nombre mal de la tela a la enfermedad», dijo.
Aclaró que creen que su «reaparición tuvo que ver con condiciones ambientales favorables –días con temperaturas altas y humedad relativa superior al 85 %– y manejo deficiente de los lotes», añadió.
Con más de 700 mil toneladas de hoja verde cosechada, Misiones lidera la producción nacional de yerba mate.
Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en 2017 la provincia concentraba el 90 % de la actividad, con 9.052 agricultores distribuidos en más de 166.000 hectáreas; el 10 % restante se desarrolla en Corrientes.
De acuerdo con Rodrigo Kramer, técnico de la Oficina de Información Técnica del INTA Andresito, «para evitar su distribución dentro del lote es muy importante detectar la enfermedad de manera temprana y eliminar las ramas infectadas, debido a que no hay productos químicos autorizados para este cultivo», indicó Kramer.
«Según los primeros registros, estimamos que, en el norte de Misiones, las hectáreas afectadas ascienden a 3.000 y que, si no se la controla a tiempo, podría provocar pérdidas de hasta el 30 % de la producción para este año», advirtió Kramer porque el hongo, en dos años puede provocar la muerte de la planta.