Organizaciones civiles contrarias al aborto recorrieron hoy barrios en varias ciudades del país para brindar información «certera», según aseguraron, sobre los proyectos actualmente en discusión en el Congreso Nacional, convocar a la próxima marcha del domingo 20 y plantear «propuestas superadoras».
Fue un «timbreo nacional» a cargo de voluntarios de más de 150 organizaciones sociales agrupadas en la plataforma Unidad Provida, que explicaron puerta a puerta «los polémicos aspectos que esconden los proyectos de legalización del aborto discutidos en el Congreso», señaló un comunicado del colectivo antiabortista.
Y agregó que la intención fue impulsar a «cada ciudadano a tomar postura en base a información veraz, y adherir a una propuesta superadora que respete la vida de la muer y del niño por nacer».
El coordinador del Timbreo de Unidad Provida, Nicolás Terán, explicó que «en las calles, en las plazas, puerta a puerta y a lo largo y ancho del país salimos a la calle a contar todo lo que oculta la ley del aborto». El timbreo continuará mañana.
La iniciativa se realizó en la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y Mar del Plata, y las provincias de Catamarca, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe (Rosario) y Tucumán.
Durante el timbreo, se les contó a los vecinos sobre la Red Nacional de Ayuda para Embarazos Vulnerables, un 0800 impulsado por más de 200 organizaciones.
Los voluntarios, agrega el comunicado, procuraron responder a «declaraciones que vierten líderes de opinión y figuras mediáticas sin ningún sustento». Entre esas declaraciones destacaron tres: que «mueren miles de mujeres por aborto», que su legalización «disminuye la mortalidad materna», y que el aborto «es una realidad que existe y deber reconocerse para hacerlo seguro».
El texto señala que «en 2016 murieron 31 mujeres por aborto» en el país, y agrega que «si bien esto no quita gravedad, mueren más mujeres queriendo tener a sus hijos o en los primeros meses de vida del recién nacido».
Añade que «los países que bajaron la mortalidad materna trabajaron en la educación y el acceso a un sistema de salud digno, que acompañe el embarazo».
Y remarca que «el aborto nunca es seguro: el misoprostol -droga con la que se quieren practicar para evitar intervenciones quirúrgicas- fue retirada en muchos países por su peligro para la vida».