Por Mario Luzuriaga
Raúl Rizzo es un personaje por demás de pasional. Pasional en su modo de actuar y también en su pensamiento.
En esta oportunidad regresa a Rosario para interpretar a un intendente particular en “Un enemigo del pueblo”, junto a Juan Leyrado y gran elenco.
En la previa, Rizzo habló con CLG para brindar más detalles de la obra que se presenta el sábado 14 y domingo 15 en el teatro El Círculo. También, realiza un repaso de su carrera y analiza la actualidad del país.
—Regresa una vez más con «El enemigo del pueblo» ¿Es placentero interpretarla?
—Si, es una obra fantástica, nos ha dado muchas satisfacciones, de asistencia de público, de críticas y premios. Hemos estado en Rosario, en donde tuvimos una recepción estupenda. Es una ciudad maravillosa, muy teatrera, dónde surgieron grandes actores. Qué mejor empezar una gira nuevamente en Rosario.
—¿Qué es lo que más lo apasiona de esta obra?
—El contrapunto que tengo con el personaje de Juan Leyrado. Nos permite desarrollar una tarea que nos encanta, de juego, de matices diversos y en posturas muy opuestas. Uno defiende una cosa y el otro es la vereda de enfrente de lo que defiende el otro. Ahí es donde se da un juego teatral, que es un «bocatto di cardinale» para el actor.
—Es una obra que está ligada con lo que sucede hoy en día en el país.
—Esta obra hace una interpelación al ciudadano y su manera de elegir. En un pueblo que tiene aguas termales le va muy bien y yo, que interpreto al intendente, estoy satisfecho. Pero Juan interpreta al médico del pueblo, que es hermano de mi personaje y que descubre que esas aguas están contaminadas, debido a que había unas viejas curtiembres en los alrededores. El punto máximo es que se realiza una asamblea y es ahí donde el público participa. Es fantástico y único.
—Cambiando de tema… ¿Le molesta cuando le piden una opinión sobre política?
—Lo que me molesta es cuando se utiliza una expresión u opinión mía de una manera mal intencionada en algunos medios. Cuando vos descontextualizás una frase, puede sonar a cualquier cosa; ahora si vos poné: «Raúl Rizzo dijo tal cosa después de fundamentar algo», es otra cosa. Si la tomás como algo suelto queda como una locura, cosa que jamás diría algo que yo no justifique. Pero yo reacciono de manera pasional cuando me encuentro con la mentira y el cinismo que vemos siempre. Me critico haber dicho algunas cosas, pero la calentura y la situación del país te llevan a contestar de ese modo.
—Hablando de políticos, ¿tomó de esa gente para formar al personaje del intendente que interpreta?
—Y sí, uno va componiendo por el olfato. Alejandra Boero nos decía que estemos atentos a las expresiones de la gente. Y cuando veo a los políticos les puedo ver el lenguaje corporal.
—Su carrera televisiva y cinematográfica es muy grande y sus personajes han quedado en la retina de los argentinos.
—Si, pasó el «Primicias», «No habrá más penas ni olvido» y «Padre Coraje», han quedado en el imaginario. El mejor premio que uno recibe es que la gente recuerde el personaje que uno interpretó. Si yo ahora agarro a alguien y le pregunto quién ganó el Martín Fierro al mejor actor, no lo van a sacar. La gente se acuerda lo que dejó el personaje, eso da una satisfacción enorme.