Por Santiago Fizsbein
Raúl Rizzo es un personaje por demás de pasional. Pasional en su modo de actuar y también en su pensamiento.
En esta oportunidad llegó a Rosario para interpretar a un intendente particular en «Un enemigo del pueblo», junto a Juan Leyrado.
Rizzo habló con CLG en esta nota que nos detalla la obra que se presenta hoy sábado en el teatro El Círculo.
_¿Cómo es interpretar a este intendente que es «un enemigo del pueblo»?
_Está muy bien planteado así (risas), lo de que el intendente es el enemigo del pueblo. Todo parece que es el intendente el enemigo. En principio está alejado a mi pensamiento y mirada de la vida, pero como personaje es muy interesante. Tiene sus contradicciones y razones para manejarse dentro del marco del sistema en el que vivimos, porque hay que hacer hincapié en eso. Este intendente es el líder de un municipio que tiene termas, hay piletas, se ha puesto un en marcha un complejo turístico que tiene mucho éxito. Llegan muchas personas y al ver que el pueblo está pasando un excelente momento. Pero todo cambia cuando su hermano médico descubre que las aguas están contaminadas, ya que por mucho tiempo hubo una curtiembre que contaminó las napas. Mi personaje dice que no es grave y que sólo son casos aislados.
_¿Sería una especie de una «pesada herencia» lo que hace que se contaminen las aguas?
_Claro y mi personaje se enfrenta al de Juan Leyrado, que tiene una postura que sigue su marcha, hasta el punto tal que quiere publicar la noticia y los medios se le ponen en contra. Yo creo que la obra es una interpelación al ciudadano, más que ninguna otra cosa. Y lo interpela desde el lugar de por qué se vota como se vota, por qué se elige como se elige, y por qué se elige a esas personas, el rol decisivo que tienen los medios y que de ninguna manera la gente hace las cosas libremente, sino que son influenciadas y compulsadas a elegir a cualquier cosa. Cuando uno le pregunta, a boca de jarro,no pueden fundamentar por qué están ahí. Creo que en nuestro país eso tiene un correlato muy fuerte hoy en día. Y la verdad es que cuando se realiza la asamblea en donde participa el público, es impresionante y nunca lo viví en mi vida.
_¿Qué le pasa cuando se enfrenta a esta interacción?
_Es algo muy especial e intenso. Es muy rico porque la gente se engancha y hay risas, abucheos y aplausos. Lo que sucede ahí es, ni más ni menos, una fotografía de lo que estamos viviendo en este momento como país.
_¿Resultó fácil construir el vínculo con el personaje de Juan Leyrado?
_Nos conocemos hace muchísimos años, con Juan estudiamos juntos con Alejandra Boero cuando éramos unos pichones. Hicimos unos pequeños papeles en «Madre coraje» de Bertolt Bretch, hace bastante tiempo atrás. Ambos emprendimos diferentes caminos hasta que nos reencontramos felizmente con esta obra.
_¿En qué lugar se siente más cómodo teatro, televisión o cine?
_Yo más que cómodo, me siento completo en el teatro. Me gusta muchísimo la televisión al igual que el cine, pero el teatro es un hecho único, porque estamos vivos el actor y el público. Son todas las funciones distintas y únicas.