El resonante crimen de Carlos Argüelles, asesinado a balazos este lunes, fue el tercero que involucra a quien está detenido y pronto irá a juicio por homicidio y asociación ilícita
El asesinato en Rosario de Carlos Argüelles, un mecánico acusado de ser testaferro del jefe narco Esteban Lindor Alvarado, es el tercero ocurrido en los últimos años y que involucra a allegados de este detenido que próximamente irá a juicio por homicidio y asociación ilícita.
El 19 de marzo de 2020, Rodrigo Sánchez, considerado «jefe de sicarios» de la banda liderada por Alvarado, fue asesinado de varios disparos mientras conducía una camioneta Toyota Hilux por el barrio residencial de Fisherton.
De acuerdo a la investigación, dos personas que se movían en un Renault Logan le cruzaron el vehículo a Sánchez, obligándolo a detenerse.
Luego se bajaron y dispararon en varias ocasiones al conductor de la camioneta Toyota que murió en el lugar, donde la Policía levantó 20 vainas servidas.
Unos días antes, Sánchez había visitado a Alvarado en la cárcel santafesina de Piñero, donde está detenido desde febrero de 2019 como acusado de instigar el homicidio de un prestamista y de liderar una asociación ilícita.
Alvarado cumplió una condena por robo de autos en el Gran Buenos que eran desarmados en Rosario y tiene pendiente un juicio por transporte de 500 kilos de marihuana a la Patagonia.
En abril pasado fue asesinado otro ladero de Alvarado, Nicolás Ocampo (28), alias «Fino», quien fue baleado por dos personas que se movían en moto en la puerta de su casa mientras estacionaba su vehículo, en el que también iba su hijo de dos años.
Un año antes Ocampo había firmado un juicio abreviado en el que admitió los delitos de tenencia ilegítima de dos armas, amenazas y asociación ilícita, por los que fue condenado a tres años de prisión, aunque en agosto de 2020 un juez le dictó la libertad condicional bajo reglas de conducta, recordaron fuentes judiciales.
Para los fiscales del caso, ese crimen fue organizado desde la Unidad Penal 3 de Rosario por el preso Fabio Alejandro Giménez, quien pagó 270 mil pesos y proveyó el arma y la moto empleadas en el asesinato.
También en marzo de 2020 fue baleada Mariana Ortigala, relacionada a Alvarado.
Su hermano Rodrigo tenía un vínculo comercial con el jefe de la organización criminal y el día que atentaron contra la mujer, en la puerta de su casa de la localidad de Roldán, iba a presentarse a Tribunales con un testigo que tenía previsto declarar contra Alvarado.
La mujer recibió cuatro disparos de los 35 que le tiraron dos hombres.
Por último, el mecánico Argüelles (46), asesinado ayer en su taller de Rosario, había integrado la banda de Alvarado como testaferro pero el año pasado declaró en su contra en calidad de imputado colaborador, por lo que sus abogados habían acordado con los fiscales del caso una reducción de la pena.