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¿Quiénes ganan con este modelo económico?


Por Diego Carballido

El Centro de Economía Política Argentina –CEPA- dio a conocer en un nuevo informe quienes fueron los sectores beneficiados por este modelo económico, implementado desde el gobierno nacional a partir de diciembre de 2015. Con la publicación de los datos de la evolución del PBI –Producto Bruto Interno- en marzo de este año, correspondientes al cuarto trimestre de 2017, se completó la información referida al bienio 2016 – 2017.

El sector dedicado a las intermediaciones financieras obtuvo una variación positiva de 0.73 puntos porcentuales, convirtiéndose en la actividad que más ha crecido durante la gestión de Cambiemos. Pasó de representar un 3.9%  del PIB en 2015 a un total de 4,7% durante el año pasado. El principal crecimiento se observa a partir del primer trimestre de 2016 coincidentemente con la puesta en marcha de medidas como la suba de la tasa de interés, la desregulación del sistema financiero, el acuerdo con los fondos buitres y la libre disponibilidad de divisas. Con estas determinaciones, se dio vía libre a la proliferación de la denominada “bicicleta financiera”  garantizando ganancias extraordinarias al sector financiero a pesar de la baja demanda de créditos. Con instrumentos como las Lebacs se les aseguró un rendimiento del 38% anual a comienzos de 2016, y aún siguen sin bajar esos valores.

El otro sector beneficiado ha sido el de las empresas proveedoras de servicios como luz, agua y gas. Este grupo ha tenido un marcado despegue también en el primer trimestre de 2016, cuando se concretaron los aumentos de tarifas. Luego, le sigue el sector agropecuario que tuvo un incremento de 0.5 puntos porcentuales a causa de la devaluación de la moneda, la baja en las retenciones para la soja y la eliminación total de los derechos de exportación.

Todos los sectores beneficiados coinciden en que no representan un porcentual importante en la cantidad de fuentes de trabajo  que brindan. Y si a eso, le sumamos el análisis de quiénes son los sectores menos favorecidos, claramente el modelo implementado tiene el eje emplazado en las actividades primarias y en la especulación financiera, algo que de continuar inevitablemente traerá problemas en los números de la desocupación y en los índices de pobreza.

Entre los perdedores, podemos mencionar a la industria manufacturera que a lo largo de estos dos años su injerencia en el PBI se vio reducida en un 1,5%. El tridente conformado por el aumento de las tarifas, caída del consumo interno y aumento de las importaciones fue letal para muchas fábricas  que tuvieron que cerrar sus puertas porque se les hacía imposible ser sustentables, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas. El otro gran perdedor es el sector de la construcción que, a pesar de haber tenido una reactivación durante las elecciones en materia de obra pública, no fue suficiente para disimular su caída.