Andrés "Niño de Cobre" Petroselli, nacido en Santa Fe capital, transforma paredes del mundo en murales con retratos de Messi, Frank Sinatra y mucho más
Andrés «Niño de Cobre» Petroselli, nacido en Santa Fe capital, transforma paredes del mundo en murales con retratos de Messi, Frank Sinatra y mucho más
Con aerosol en mano y la calle como escenario el artista argentino Andrés «Niño de Cobre» Petroselli transforma las paredes del mundo en murales hiperrealistas con retratos de Lionel Messi, Frank Sinatra y la activista Greta Thunberg, aunque dice que lo que más le gusta es «pintar fotos propias porque nadie más puede hacer esa obra».
«Realmente no elegí pintar en la calle, fue algo que se dio naturalmente, vengo del grafiti que significa muchas cosas, como dejar tu marca en la mayor cantidad posible de lugares para que los otros grafiteros te reconozcan», contó a Télam el artista de 33 años, oriundo de la ciudad de Santa Fe.
De grafitero se convirtió en «muralista», donde su técnica sigue siendo con spray: «Es muy difícil pintar algo pequeño así que siempre busque los formatos grandes, los encontré en la calle», resumió.
Allí fue donde su trabajo cobró notoriedad pública en las últimas semanas cuando pintó un mural gigantesco con la cara de la activista sueca contra el cambio climático Greta Thunberg en la pared de un edificio en el centro de San Francisco, Estados Unidos.
«Estos trabajos desencadenaron una serie de exposiciones públicas que fueron muy importantes para mi carrera, como hacer una nota para diario el New York Times y la revista Time; son cosas que no puedo creer», remarcó el artista.
España, Holanda, Francia, Brasil, Uruguay, además de Estados Unidos y varias ciudades de la Argentina fueron algunos de sus escenarios.
En esos rincones deja su huella con la técnica «fotorrealismo», que significa pintar un mural a partir de una foto usando blancos y negros además de los colores.
«La técnica es muralismo hiperrealista en la rama del fotorrealismo, pintado en gran escala con pintura en spray», precisó.
Con esa base pintó murales del actor Robin Williams, en San Francisco; del astro del fútbol Lionel Messi, en Barcelona; del escritor Eduardo Galeano, en Montevideo; y de los ojos del cantante Frank Sinatra en el barrio de Brooklyn, en Nueva York.
«Mis murales más importantes fueron esos en los que pinté a alguien reconocible, la audiencia tiene predilección por encontrar a alguien con quien se sienten reflejado», describió el argentino que realiza murales desde hace 19 años.
Si bien reconoce que «los personajes queridos siempre son un punto de partida fácil», asume que son «justamente lo que menos le gusta pintar».
«Mis favoritos son las obras originales, cuando hago fotos propias y pinto a partir de eso, porque nadie mas puede hacer el mismo mural», subrayó.
Con el permiso correspondiente para pintar en espacios públicos, el artista utiliza «siempre máscara para respirar, guantes, protector solar y sombrero», y si está en las alturas «tiene un arnés de seguridad atado al edificio».
El año pasado tuvo un accidente doméstico del que afortunadamente ya está «recuperado y sin secuelas».
«En Argentina no tenemos la cantidad de colores que necesito para poder hacer mis murales, por eso tengo que mezclarlos y para hacerlo tiene que ser dentro del aerosol, uno se calienta y el otro se enfría y luego se conectan, la pintura del caliente pasa al frío y así se hace un tono nuevo», describió.
«Para este proceso prendía el horno de mi casa y lo apagaba, y luego ponía la pintura adentro, pero me olvidé pintura en el horno y al otro día cocinando, explotó y yo estaba al lado», contó el artista.
Al momento de saber a qué personas retratar dijo que son las que le representan «una curiosidad o las ganas de hacer algo, una iluminación en particular o una pose, capaz una historia».
Pero también dice que «en una ciudad nueva es mucho mejor pintar a alguien reconocible que algo original».
El artista expresó que siempre tuvo ganas de pintar y hizo «sin calcular nada»:»Creo que ese fue el secreto para disfrutar cada momento y después de 20 años cosechar lo sembré, estoy súper feliz en donde estoy pero sé que mi carrera recién empieza, que hay mucho por hacer», concluyó.