La primera dama española tiene 48 años y estudió Marketing y Negocios. Cultivó el bajo perfil hasta que la justicia madrileña la involucró en una causa por presunto tráfico de influencias.
“Tiene la mujer corrupta y se toma cinco días para pensarlo”, fue la frase con la que el presidente Javier Milei puso en el ojo de una tormenta diplomática entre Argentina y España a Begoña Gómez, la esposa del mandatario español, Pedro Sánchez.
La primera dama ibérica de 48 años había cultivado el bajo perfil hasta que la justicia madrileña la involucró en una causa por presunto “tráfico de influencias”.
Según el informe que mandó a elaborar el juzgado de la capital española, Gómez habría influido en dos supuestas operaciones en favor de Air Europa durante la pandemia y ayudas a la firma Innova Next.
La denuncia contra Gómez fue presentada en el Juzgado de Madrid por Manos Limpias, una organización cercana a la extrema derecha.
«Soy consciente de que denuncian a Begoña, no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa«, afirmó Sánchez en una carta donde manifestó además que iba a analizar su dimisión.
Si bien en una primera instancia el conflicto tuvo un impacto importante en los medios, las acusaciones contra la primera dama fueron cuestionadas por basarse en artículos periodísticos.
En tanto, en las últimas horas el diario ibérico El País dio a conocer un informe de la Guardia Civil de España donde se afirma que no se han encontrado indicios del delito de tráfico de influencias por parte de Gómez.
Esta situación generó críticas del Partido Popular (PP) al medio español, al que acusaron de “proteger” a Sánchez.
¿Quién es Begoña Gómez?
María Begoña Gómez nació en Bilbao y creció en el municipio leonés de Valderas, y es licenciada en Marketing por la ESIC de Madrid.
Además, posee un máster en Administración de Empresas y otro en la Universidad Complutense sobre Transformación Social Competitiva.
Durante años trabajó como directora de consultoría en externalización comercial del Grupo Inmark donde, en 2018, pidió una licencia.
A su vez, Gómez es una entusiasta de los deportes y las actividades al aire libre. También posee un compromiso importante con la causa de la sostenibilidad, que canaliza a través de ONGs como Intermón o Amnistía Internacional.
La moda es otro de los intereses de la primera dama española, ya que frecuentemente se la puede ver usando ropa de diseñadores de alta costura y es una asidua visitante de desfiles como el Fashion Week.