CLG dialogó con Matías De Bueno, director del Observatorio Ambiental de la UNR, quien aseguró que a los focos en las islas "los encienden y los apagan las mismas personas"
Al igual que durante gran parte del 2020, en los últimos días las enormes columnas de humo provenientes de las islas volvieron a inundar el aire de la región y encendieron nuevamente las alarmas de las organizaciones ambientalistas. Los focos se reactivaron del otro lado del río, lo que provocó que se reanuden las operaciones para combatir el fuego, mostrando a las claras que las tareas de prevención fallaron nuevamente. En ese sentido, CLG dialogó con Matías De Bueno, abogado especialista en Derecho Ambiental y director del Observatorio Ambiental de la UNR, quien advirtió que la situación «es muy compleja».
«Es algo que venimos poniendo en evidencia a través de nuestros medios de comunicación. Vemos que lamentablemente este incendio particular frente a Villa Constitución, lejos de ir aflojando, se ha ido intensificando con el correr de los días. Claramente esto tiene que ver con una falta de previsión y una falta de dotación de herramientas, insumos y materiales para poder combatir los incendios», expresó en primer lugar.
El referente de la UNR explicó que «enfrente de Villa Constitución entre el miércoles y hoy se han quemado aproximadamente 2.700 hectáreas. Primero el viento soplaba del sur, parecía que se iba a ir extinguiendo, pero el viento giró y empezó a soplar del este. Es muy complejo». Y alertó que «este jueves se detectaron dos focos muy pequeños bien enfrente de Rosario, hay que ver si se los apaga rápido o empiezan a crecer».
Además, De Bueno se refirió a la bajante extrema que atraviesa el Paraná: «Acompañando a todo esto tenemos la bajante del río desde el año pasado. Es el segundo año consecutivo con una bajante estrepitosa, este año más agravada todavía. Ya estamos muy cerca de alcanzar el récord de 1944. Este incendio de Villa Constitución se les ha ido de las manos de una manera que hacía tiempo no se veía. Hoy no nos estamos comiendo este humo porque el viento no viene para este lado. Hay que ver que pasa con los dos focos que hay frente a Rosario».
«No hay pronósticos de lluvias. El año pasado la mayoría de los momentos en los que se apagaron los incendios fue porque vino alguna lluvia, sino era permanente», agregó.
Por otra parte, el titular del Observatorio Ambiental de la UNR brindó números espeluznantes: «Desde enero de 2021 hasta hoy se han quemado unas 53.000 hectáreas. Además, durante el 2020 se terminaron quemando cerca de 400.000 hectáreas, casi un tercio de la superficie total que cubre el Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná (Piecas-DP).
En ese sentido, cuestionó la falta de apoyo económico y estratégico de Nación para la prevención de los incendios: «El año pasado la Corte Suprema sacó una medida cautelar con la que se conformó un Comité de Emergencia Ambiental integrado por Nación, las tres provincias y los municipios de Rosario y Victoria. Lo que se planteaba era retomar el Piecas. Lo que se definió fue generar Faros de Protección y Conservación, que consisten en establecer bases con alojamiento, vehículos, drones, cámaras y un equipamiento enorme. Eso se anunció durante todo el año pasado. Hubo licitaciones, pero en la actualidad no están en funcionamiento pleno».
«Lo único que he visto son entregas de equipamientos como ropa, cascos, palas, anteojos y algunos drones. Se entregaron algunas camionetas, pero cuando empezó a mermar la agenda pública no se avanzó a fondo. El problema es que no sé si realmente está todo el acompañamiento político y económico que tendría que estar por parte del Estado».
Además, indicó que «con la declaración de emergencia hídrica se sale a asistir económicamente a la producción, a la recolección de agua, al transporte», y no a la prevención de las quemas. «Al Ministerio de Ambiente lo que se le delegó fue que prevengan los incendios, pero lamentablemente está clarísimo que no está preparado para dar una respuesta», agregó.
Por último, aseguró que se está formando un «sistema de gestión de fuego ilegal»: «Hay que ver si pueden terminar de apagar el incendio de Villa Constitución, hoy no está controlado. Hay que ver si los pequeños focos que se están desatando en distintos puntos del humedal los logran controlan las mismas personas que los están encendiendo o se les va de las manos. La realidad es que los encienden y los apagan los mismos, están generando un sistema de gestión del fuego ilegal. En algún momento hay que ponerle un punto final a esto y resolverlo cuando no lo tengamos».