Algunos bebés nacen con enrojecimientos que después desaparecen, sin embargo otras manchas y marcas persisten y se intensifican
Algunos bebés nacen con enrojecimientos que después desaparecen, sin embargo otras manchas y marcas persisten y se intensifican
Cuando nacen, muchos bebés presentan enrojecimientos o pequeñas marcas que se van borrando con el paso de los días. Sin embargo, algunas de las llamadas “manchas de nacimiento” persisten y se intensifican con la edad. En general, estas manchas no representan problemas para la salud, pero sí en la apariencia.
Como en todos los aspectos de la vida, hay muchas falsas creencias en torno a las manchas de nacimiento. Suele decirse que salen por un antojo de la madre, incumplido durante el embarazo, o porque comió frutillas. Todas estas frases son indocumentadas.
Sin embargo, ¿qué son las manchas de nacimiento? Se les llama así a distintas alteraciones en el color de la piel de un recién nacido. Algunas se forman durante la gestación y otras veces aparecen días o semanas después del nacimiento.
Al parecer, un 80% de las personas nace con estas marcas. Sin importar su tamaño, ubicación, color o forma, es importante que las mire un médico y determine si son inofensivas o representan algún tipo de riesgo para la salud.
Distintos tipos de manchas
Los más comunes, son dos tipos de manchas de nacimiento: las pigmentadas y las vasculares. Dentro de estos dos grandes grupos, hay algunos subgrupos. Por ejemplo, entre las manchas pigmentadas pueden encontrarse:
– Manchas color café con leche: son las más comunes, aparecen en cualquier parte del cuerpo y a veces se multiplican a medida que el niño crece. Si son varias y tienen un tamaño mayor a 0,5 centímetros podría tratarse de un caso de neurofibromatosis.
– Manchas mongólicas: son de color gris azulado y frecuentemente se ubican en los glúteos o la zona lumbar. Son más frecuentes en las pieles oscuras y casi siempre desaparecen en la edad escolar.
– Lunares: los lunares que se tienen al nacer se llaman nevos congénitos y permanecen toda la vida. Son de color marrón, tostado o negro; pueden ser planos o protuberantes y contener pelo. Si son muy grandes, en algunos pocos casos pueden convertirse en cáncer.
Mientras tanto, las manchas vasculares, que se caracterizan por tener tonos que van desde el rosa hasta el violeta, pueden subdividirse en:
– Máculas: son las manchas vasculares más comunes y generalmente aparecen en los párpados, la nariz, el labio superior y en la parte posterior de la cabeza o del cuello. Tienen un color rojo tenue y casi siempre desaparecen antes de los 2 años.
– Hemangiomas: pueden ser superficiales o profundos. Los superficiales son de color rojo brillante y los profundos tienen un tono azulado. Lo más común es que desaparezcan entre los 5 y los 9 años de vida. Suelen aparecer en la cabeza o en el cuello.
– Mancha tipo ‘vino de Oporto’: aparecen principalmente en el rostro, el cuello, los brazos o las piernas. Son similares al tono del Oporto y suelen oscurecerse y engrosarse con el tiempo si no se tratan. Nunca desaparecen espontáneamente.
¿Por qué aparecen?
La ciencia desconoce las razones precisas por las que aparecen las manchas de nacimiento. Tampoco se sabe por qué desaparecen o se mantienen en el tiempo. En el caso de las manchas pigmentadas se sabe que obedecen a una acumulación de melanocitos en una determinada zona de la piel.
Lo que ocurre en esos casos es que hay más melanina de la que debiera haber y la piel transparenta esa acumulación. Son de diferentes tonos debido a la profundidad de la piel en la que se encuentran.
Las manchas vasculares, por su parte, se deben a una formación incorrecta de los vasos sanguíneos. A veces hay mayor cantidad de estos en una zona o son más anchos de lo habitual.
Por supuesto que, ante la duda, la recomendación es siempre consultarlo con el pediatra. El profesional sabrá definir si es una mancha que requiere otros estudios o no. Sólo pocos casos necesitan complejidad para arribar al diagnóstico.
Fuente: Mejor Con Salud