Es uno de los accidentes más frecuentes, que en casos extremos puede llevar a la muerte. ¿Cómo proceder si ocurre? ¿Cómo prevenirlo?
Es uno de los accidentes más frecuentes, que en casos extremos puede llevar a la muerte. ¿Cómo proceder si ocurre? ¿Cómo prevenirlo?
El atragantamiento en bebés y niños es un accidente bastante frecuente, en el que si no se actúa a tiempo, puede conducir a la muerte. La mejor alternativa es intentar evitar este tipo de accidentes, mediante la prevención. Pero si de todas maneras ocurren, hay algunas cosas que es necesario saber para poder actuar con rapidez y efectividad.
La forma más fácil de prevenir el atragantamiento es a través de la supervisión de la alimentación y el juego, así como evitar dejar al alcance de los menores objetos sólidos pequeños. A partir de los cuatro meses es cuando se torna más peligroso para los chicos.
Según datos disponibles, se estima que el atragantamiento en niños es la tercera causa de muerte no natural, tanto en la infancia como en la ancianidad. Por lo mismo, es necesario actuar en dos frentes: prevención y abordaje.
Hay medidas sencillas de primeros auxilios, que pueden salvarle la vida a los pequeño y que es necesario conocer.
¿Qué es el atragantamiento?
Expresado con más precisión, el atragantamiento es la obstrucción de la vía aérea por efecto de un cuerpo extraño. En el peor de los casos, se obstruyen por completo las vías respiratorias, con lo cual deja de llegar el aire a los pulmones y sobreviene la muerte.
La mayoría de estos casos de obstrucción se presentan en niños menores de 3 años. El pico más alto aparece en niños de entre 6 y 12 meses. Casi siempre el objeto extraño que se atraganta es un alimento, que con gran frecuencia corresponde a un fruto seco o a un caramelo duro.
Otros de los alimentos peligrosos son la carne y los embutidos, así como los huesos y las espinas. Por su textura y su forma, las salchichas también entrañan mucho riesgo. En general, todo objeto sólido que quepa en la boca del niño también es peligroso.
Otras medidas de prevención
Dado que la mayoría de los casos se presenta al momento de comer o cuando los niños están jugando, es esencial supervisar a los pequeños en esas actividades. Sin embargo, hay otras medidas que se pueden tomar al respecto:
– Cuidar la alimentación complementaria y evitar algunos alimentos: los frutos secos y aquellos que tengan hueso, como las cerezas o las ciruelas, antes de que los niños cumplan los 5 años.
– Objetos pequeños y juguetes: no dejar objetos sólidos pequeños al alcance de los niños, como pilas o canicas. Tener especial cuidado con los globos y juguetes similares, ya que por su material se fijan fácilmente y obstruyen la vía respiratoria.
– Los niños deben comer sentados a la mesa y no acostados. Tampoco mientras corren y juegan. Hay que enseñarles a masticar adecuadamente.
– Evitar los collares: los niños nunca deben portar collares, y mucho menos si son de bolitas u objetos pequeños.
¿Qué hacer en caso de atragantamiento en niños?
Si a pesar de las medidas preventivas se produce un atragantamiento en un niño, lo primero que se debe hacer es conservar la calma. Esto permite hacer una evaluación rápida de la situación para saber qué hacer. Cuando el niño está atragantado, lo primero que atina a hacer es toser, hablar o llorar.
Si el niño tose, lo mejor es dejar que lo haga y animarlo a seguir. A veces, una intervención inadecuada hace que se mueva el objeto extraño y sea más difícil de extraer. Hay que evitar golpearle la espalda, oprimirle el abdomen o darle algo de beber. Cuando el niño tose ineficazmente, lo adecuado es llamar a emergencias y mientras acuden, hacer lo siguiente:
– Ponerlo de pie y hacer que incline la cabeza.
– Pasar un brazo por debajo de la axila del niño y sujetar el pecho con la mano.
– Con la otra mano golpear la parte alta de la espalda del niño entre los omóplatos. Se debe utilizar la parte inferior de la palma y no dar más de cinco golpes.
La maniobra de Heimlich
En caso de que el niño no expulse el objeto atragantado, lo que sigue es realizar la maniobra de Heimlich hasta cinco veces seguidas.
La maniobra se efectúa de la siguiente manera:
– Colocarse detrás del niño y rodearle la cintura con los brazos.
– Cerrar una de las manos, en forma de puño, poniendo el nudillo del pulgar encima del ombligo, a nivel de la boca del estómago.
– Con la otra mano, cubrir el puño y hacer una presión fuerte hacia dentro y hacia arriba.
– Si el niño está inconsciente, lo adecuado es hacer 30 presiones en el tórax, seguidas de dos insuflaciones de aire en la boca del niño, manteniendo tapada su nariz. Esto, hasta que llegue la ayuda.