Es la trama que mencionó la joven rosarina en su denuncia contra el taxista. La información difundida en 2016 aseguraba que una pizzería de Washington era el epicentro de una presunta red de pedofilia ligada a Hillary Clinton
El «Pizzagate» que nombra Sofia, la chica que se tomó un taxi el lunes por la madrugada y denunció un posible secuestro, es una teoría que se volvió viral durante las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Si bien este caso cobró notoriedad mundial y hasta llegó a Netflix, fue desmentido por diversas organizaciones, incluido el Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia en Washington, lugar donde surgió.
En las redes sociales y páginas web de noticias dudosas, aseguraban que la pizzería Comet Ping Pong de Washington era el epicentro de una presunta red de pedofilia ligada a Hillary Clinton, candidata demócrta en las elecciones presidenciales de 2016.
La historia
En marzo, la cuenta de correo electrónico personal de John Podesta, gerente de campaña de Hillary Clinton, fue pirateada en un ataque de phishing (suplantación de identidad).
El 7 de octubre WikiLeaks, comenzó a publicar miles de correos electrónicos recuperados de la cuenta privada de gmail de Podesta, algunos de los cuales contenían material controvertido sobre las posiciones o la estrategia de campaña de Clinton.
Los expertos que investigan la filtración, incluida una empresa de seguridad privada llamada CrowdStrike, afirmaron haber rastreado las herramientas de piratería utilizadas, y advirtieron que un grupo de piratería ruso había accedido a la cuenta de Podesta.
Edgar Maddison Welch, un hombre de 28 años, llegó armado el 4 de diciembre de 2016 al negocio de pizzas y disparó sin causar heridos, presuntamente con el objetivo de salvar a niños de una supuesta red de esclavitud sexual. El tiroteo generó teorías sobre que la conspiración era más grande.
Las redes sociales dedicadas a estas movidas, dijieron que el arresto de Welch fue solo una «bandera falsa», un término que «utilizan para acciones encubiertas o de distracción y que son orquestadas por el gobierno u otros grupos poderosos».
Según la policía, informó AP, Welch llegó conduciendo hasta el restaurante para investigar el rumor de que supuestamente el jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, y otros dentro de Washington, tenían a niños trabajando de esclavos sexuales en ese local.
Welch, un empleado ocasional y padre de dos hijos en Carolina del Norte, fue condenado en junio de 2017 a cuatro años de prisión. «Siento todo lo que he causado. Solo quería hacer algo bueno y salió mal», dijo en ese entonces a The New York Times.
Los «códigos» de Pizzagate
Los que creen en la teoría del Pizzagate hablan de las referencias a la pizza y el queso (cheese), palabras clave para porn (porno) y child (niño), en correos infiltrados de Podesta, los cuales fueron publicados por WikiLeaks, y a los lazos del dueño de Comet, James Alefantis, con aportantes demócratas.
Los creyentes peinaron los mensajes de Alefantis en redes sociales e incluso en los menús de su restaurante buscando «palabras clave» y «símbolos» que hicieran referencia al abuso sexual infantil.
Luego, el dueño de la pizzería fue arrastrado a los rumores en los tableros de mensajes. Los detectives aficionados en línea vincularon la señalización de la pizzería con símbolos satánicos. Al mismo tiempo, surgieron historias falsas que ubicaron al restaurante en el centro de una red de trata de niños.
Actualmente, acusaron al ex-presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ser parte de la red de pedofilia, sostenía una «amistad cercana» con Jeffrey Epstein, el millonario estadunidense que abusó sexualmente de varios adolescentes y quien se suicidó en prisión en agosto de 2019. La denuncia fue por el famoso «Anonymous» de Twitter.
You had Jeffrey Epstein killed to cover up your history of child trafficking and rape. We've have the recipts here: https://t.co/zYnSn3kCNe
— Anonymous (@YourAnonCentral) May 31, 2020