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Qué es la mielitis transversa, la patología que hizo parar la vacuna de Oxford


Es la enfermedad hallada en la persona voluntaria para los ensayos de la vacuna, que tuvo una aparente reacción adversa

La compañía farmacéutica AstraZeneca anunció este martes la suspensión de los ensayos globales de la última etapa de la vacuna desarrollada junto a la Universidad de Oxford debido a una «sospecha de reacción adversa grave en un participante». Según informan medios internacionales, se trata de una patología llamada mielitis transversa la hallada en una persona voluntaria. ¿De qué se trata?

La mielitis transversa es un síndrome inflamatorio que afecta a la médula espinal y que suele ser provocado por infecciones virales o una respuesta inmunológica. De acuerdo con información de Clínica Mayo, el impacto de este trastorno neurológico causa el daño del material aislante que cubre las fibras de las células nerviosas.

La condición, además, interrumpe los mensajes que los nervios de la médula espinal envían al cuerpo y causar dolor, debilidad muscular, parálisis, problemas sensoriales o disfunción de la vejiga y el intestino.

Los especialistas detallan que existen diferentes tipos de mielitis transversa, incluso infecciones y trastornos del sistema inmunitario que atacan los tejidos del cuerpo. Asimismo, la enfermedad puede producirse debido a otros trastornos de la mielina, como la esclerosis múltiple.

El cuadro sintomático -que puede presentarse durante pocas horas o días- podría evolucionar gradualmente durante varias semanas e incluye: dolor en la espalda, sensaciones anormales de entumecimiento, hormigueo, frío o ardor. Asimismo, los pacientes sienten debilidad de sus extremidades y problemas con la incontinencia urinaria, dificultar para orinar y estreñimiento.

La mielitis transversa también puede desarrollarse como una reacción grave de sífilis, sarampión, enfermedad de Lyme y algunas vacunaciones, que incluyen la varicela, la tos convulsa y la rabia.

El tratamiento -indica Clínica Mayo- contempla el uso de medicamentos y terapia de rehabilitación. Los pacientes que padecen la condición, en su mayoría, se recuperar parcialmente. Las personas con ataques severos, en cambio, pueden quedar con discapacidades significativas.

Según The New York Times, por el momento no está claro si el paciente ha desarrollado la enfermedad a consecuencia directa de los efectos de la vacuna de Oxford, pero ante la duda se ha optado por hacer una revisión completa.

La farmacéutica por el momento rechaza hacer más comentarios sobre el asunto, más allá del comunicado donde hablan de “una enfermedad potencialmente inexplicable”, aunque esperan que el paciente se recupere lo antes posible.

Las pruebas de vacunas en etapa tardía son cruciales, pues los ensayos grandes pueden revelar efectos secundarios raros pero graves que solo aparecerían si miles de personas recibieran una vacuna.

«Este es el objetivo de hacer estos ensayos de fase 2, fase 3», aseguró la Dra. Phyllis Tien, médica de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, a The New York Times.

Asimismo, la científica planeta que «necesitamos evaluar la seguridad y no conoceremos la parte de la eficacia hasta mucho más tarde. Creo que es una buena idea detener el ensayo hasta que la junta de seguridad pueda determinar si esto estaba directamente relacionado con la vacuna «.