La llegada de una Feria La Salada a Santa Fe tiene en vilo a los pequeños empresarios, que recibieron el apoyo de la Legislatura. CLG habló con Marcelo Maciel, representante del sector en el sur provincial
Durante este 2021 sobrevoló en Santa Fe la idea de una posible instalación de una Feria La Salada, una suerte de sucursal de la que existe en Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires. Es más, Jorge Castillo, el poderoso empresario detrás de la famosa feria situada en el Gran Buenos Aires, había dejado declaraciones en varios medios de la zona donde comenzaba a instalar, al menos de palabra, el gran centro comercial. Esta situación alertó a las pymes y comercios de Santa Fe que no tardaron en elevar sus reclamos y el pasado jueves recibieron un apoyo de la Legislatura provincial. Es que se aprobó la ley que declara en situación de riesgo al sistema comercial de la provincia por un año. Mientras se extienda la duración de esta normativa, no podrán instalarse en el territorio las denominadas ferias internadas. Ante esta situación, CLG habló con Marcelo Maciel, presidente de la Asociación Civil de Entidades Empresarias del Sur Santafesino (Adeessa), quien detalló que la lucha de las pymes data del 2015 y ya en ese año el senador de Iriondo, Hugo Rasetto (quien presentó el proyecto en la última sesión) también había iniciado acciones legislativas para frenar las Saladas.
«El sistema comercial está en crisis por la pandemia, la pasamos muy mal y si encima si hay un emprendimiento como La Salada sería catastrófico», sentenció Maciel y aseguró que en el próximo año se trabajará en conjunto con los parlamentarios para lograr «una ley que ponga en igualdad de condiciones a todo el mundo».
Ya sea en la sede central en Buenos Aires, como en su primera sucursal ubicada en Mendoza, pesa el gran interrogante por la legalidad de la mercadería comercializada, afirmó Maciel y agregó «cuestiones sanitarias y bromatólogicas», que desde el sector empresarial santafesino «estamos buscando que se regule».
Una posible apertura de La Salada en Santa Fe «sería un gran impacto negativo para todas las economías de la zona y más en un radio de 100 kilómetros a la redonda sería tremendo», sostuvo el referente de Adeessa.
«En cualquier localidad vos querés abrir un comercio o una pyme y te piden todo en regla y detallado, tenemos que estar en condiciones y La Salada tiene varios baches como pueden ser los aportes a la Afip o la seguridad, que en Buenos Aires está comprobado que no se cumplen», agregó con firmeza Maciel.
Acto seguido remarcó estar «en contra de este tipo de negocios», pero contempló que «si se abre queremos igualdad de condiciones, por eso durante este año vamos a tratar de trabajar con la legislatura para que salga una ley acorde».
Además del apoyo parlamentario, Juan Marcos Aviano, secretario de Comercio Interior de Santa Fe, descartó la llegada de una Feria La Salada a la provincial al decir que «en Santa Fe no tiene cabida” debido a la ley 12.069 que limita los espacios de los comercios según la densidad demográfica. En la misma línea, Maciel reveló una charla en Villa Constitución con el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Daniel Costamagna, donde el funcionario se mostró a favor de la postura de las pymes. «Tenemos el apoyo del Gobierno provincial para que esas situaciones de desigualdad no se den en Santa Fe», confió el presidente de Adeessa.
Con el anuncio de la legislatura, el sector empresario comenzará a buscar las alternativas para fijar una ley que proteja a los santafesinos ya que, según alertó Maciel, la ley 12.069 «no alcanza a una posible Salada».
Otra de las incógnitas que surgió es por qué Santa Fe fue la provincia elegida y hasta el propio Castillo llegó a declarar que Córdoba y nuestra provincia eran las opciones. «Según los cordobeses ellos tienen ley -planteó Maciel- y nosotros no tenemos una normativa provincial clara y eso quizás lo beneficie, de todas forma hay que ver donde está pensado, en Tortugas, al límite con Córdoba».
Por último, Maciel contó que en los últimos 20 meses «han quedado muchos empresarios pequeños en el camino» y hasta algunos eligieron «reconvertirse para subsistir, así como también se trasladaron por los alquileres».
«En los últimos meses estamos viendo una reactivación, pegado con las Fiestas de fin de año. Mejoró la situación, pero sabemos de la inflación y que la plata no rinde, por más que vendamos mucho, el dinero se devalúa constantemente», concluyó Maciel.