El espacio que funciona en Suipacha al 3600 tuvo que comenzar a asistir la creciente demanda de comida de la gente del barrio y de zonas aledañas
Por Diego Carballido
El Centro Comunitario Alvear asistía con bolsones de comida a las familias del barrio hasta antes de comenzada la cuarentena. Una vez declarada la pandemia, las necesidades comenzaron a emerger y un número mayor de personas se acercaron a pedir por un plato de comida.
El grupo de voluntarios que lleva adelante el espacio de Suipacha 3670 decidió implementar dos días de atención, donde las personas puedan recibir una comida y una merienda. Una tarea que deben coordinar con la entrega de donaciones de ropa de abrigo y elementos de higiene que suelen llegar al Centro para ser distribuidos entre los vecinos.
«Antes venían unas 70 familias, pero desde que comenzó todo esto estamos armando casi 600 raciones», relató Liliana Monzón, integrante del Centro Comunitario Alvear, en diálogo con CLG. «A veces no alcanza para todos y nos da pena decirle que no a la gente que se llega hasta acá», contó con pesar Monzón.
La elaboración de tanta cantidad de raciones implica un esfuerzo de coordinación que comienza generalmente el día anterior, para luego empezar a cocinar bien temprano y «a las 12 en punto servir la comida», explicó Monzón.
«En el comedor estamos necesitando una cocina industrial para poder organizarnos y hacer el pan con la harina que siempre nos donan. Hoy en día, nos estamos arreglando con dos mecheros nada más», explicó Monzón respecto a cómo es el trabajo cada semana en el Centro Comunitario, y agregó: «A la gente mayor, por cuestiones de seguridad, le estamos llevando nosotros la comida a sus casas. Lo cual representa más trabajo también».
«Todos tenemos barbijos y guantes, e higienizamos todo antes de hacer la comida. También las donaciones son higienizadas y nos lavamos permanente las manos. Incluso, le damos alcohol en gel a quienes se acercan a buscar las raciones”, contó Monzón en relación a los cuidados que implica tener abierto un espacio comunitario en épocas de pandemia.
«Acá la demanda más grande es de colchones, ropa de abrigo y zapatillas, además de elementos para la casa como cocinas o heladeras”, detalló Monzón y compartió que sucede a menudo que “vienen personas que están haciendo algunas changas pero no le alcanza lo que ganan porque tienen que pagar sus cuentas y no le queda plata para la comida«.
«La idea es ayudar porque es mucha la necesidad», aseguró la referente del Centro Comunitario de barrio Alvear e invitó a todos los que estén en condiciones de ayudar a colaborar con esta obra solidaria que asiste a casi 600 personas todas las semanas.
Para contactarse con el Centro Comunitario Alvear: a través del Facebook o al teléfono 341-2680247