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Tucumán

Pura fuerza: fue abandonada al nacer, la rescataron y está saludable


Una bebé recién nacida fue rescatada y se encuentra en buen estado de salud luego de ser arrojada por su madre a un baldío en la localidad tucumana de Famaillá. La mujer tiene 24 y padece de epilepsia y retraso madurativo, según explicaron desde el hospital.

El parto se produjo en el domicilio particular de la madre quien luego de dar a luz, la puso dentro de una bolsa de arpillera y la arrojó por encima de un muro que separa su casa de un baldío. Allí fue donde la encontraron luego, según informó el diario La Gaceta.

La bolsa de arpillera parece haber tenido mucho que ver con que la pequeña pudiera sobrevivir. «Tiene orificios los cuales permitieron que entrara aire y ella pudiese respirar. Ese exceso de calor la salvó», sostuvo la directora de la Maternidad, Elena Hurtado.

Tras el parto, la mujer de 24 años fue llevada al hospital por sus vecinos. Una vez que recibió atención, los médicos notaron signos de que había dado a luz y fueron hasta el domicilio en busca del bebé. Como no lo encontraban, buscaron un poco más y siguiendo restos de sangre dieron con la niña.

Una vez que la hallaron, fue trasladada de forma inmediata al hospital para ser revisada. Así comprobaron que su estado de salud era bueno y que el tiempo que pasó abandonaba era cercano a una hora.

La criatura tuvo que pasar unos días en Neonatología, pero los profesionales destacan que evoluciona de forma favorable. Más allá de algunas lesiones en la piel producto del tiempo a la intemperie, está bien.

El Servicio Social tuvo que registrarla bajo un nombre para identificarla en el proceso legal y eligieron Guillermina, que es símbolo de protección y fortaleza.

La madre de Guillermina quedó internada bajo custodia policial. Un equipo médico especializado se encarga de sus cuidados. Luego, será llevada a otro hospital para recibir tratamiento psiquiátrico y psicológico.

En cuanto a la custodia de la niña, la Justicia determinará dónde vivirá. En primera instancia, debería regresar a su familia de origen. En caso de no hubiera nadie que la reclamara tendrían que buscar otra opción, y si no se encuentra a ningún familiar, se optaría por la adopción.