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Punta del Este, la ciudad de famosos y ricos y de los que desean serlo


Es cierto aquello de… “Hay cosas que el dinero no puede comprar”. Por ejemplo: una puesta de sol en el balneario “La Mansa” de Punta del Este y unas gaviotas atravesando el círculo rojo volando sobre el mar en ese preciso instante, es un espectáculo bellísimo que no debe pagarse. Pero, es cierto también que “para todo lo demás existe…” el plástico de crédito, y que los precios, para muchos, muy lejos están de ser accesibles en el balneario uruguayo.

Eso sí, si el turista desea ver la puesta de sol desde la casa del recordado artista plástico Carlos Páez Vilaró (Casapueblo, hoy museo y hotel), tendrá que pagar una entrada de 10 dólares. Y como los balcones de la original construcción que dan al mar se llenan de turistas, un buen crepúsculo es más cómodo verlo sentado en la terraza de un bar playero o desde la misma playa.

Puesta de sol en Playa La Mansa

Los negocios de gastronomía y hotelería se quejan en Punta porque la actual temporada no fue la esperada. Es que la clase media argentina no se hizo presente como en otros años en el verano uruguayo. Desde luego, esto debido a la malaria económica que la afecta. Es cierto que hay brasileros y europeos, pero el plato fuerte, que es argentino, no fue el aguardado.

Playa La Mansa

Los precios en Punta del Este no están al alcance de cualquiera. Siete días en un hotel tres estrellas, cuesta entre 1.200 y 1.500 dólares para dos personas; un café debe pagarse 100 pesos uruguayos, o sea gracias a la devaluación argentina unos 130 pesos de los nuestros. A propósito, quien desee canjear en Punta del Este pesos argentinos por uruguayos, sepa que se tomará la divisa argentina a aproximadamente 56 centavos, lo que es un claro indicativo de la evaluación que hacen nuestros vecinos de la economía actual argentina.

El litro de nafta premium está a unos 57 pesos uruguayos (unos 74 pesos argentinos). Almorzar o cenar de manera frugal no es nada barato: Una pizza grande para 4 personas 965 pesos uruguayos; una porción de ravioles 500 pesos, una milanesa que pueden compartir dos personas 585 pesos uruguayos.

Lo mejor de Punta del Este, una ciudad chica y paqueta, sin dudas, son los uruguayos y su cortesía, el orden, la limpieza, el respeto en general por las normas de tránsito, que se acaban cuando llegan algunos argentinos (¡qué pena da decirlo!)

La península (porque Punta del Este es una península) da vida a dos grades playas: La Mansa, donde confluyen las aguas del Atlántico y del Río de la plata y en la que está ausente el oleaje y de allí su nombre, y La Brava, donde las olas suelen ser de porte y dan vida a un mar que atrae a bañistas y amantes del surf.

La famosa ciudad turística uruguaya se puebla en el verano de personas famosas y con un alto poder adquisitivo y de ello dan muestra las Ferrari, los Porsche Carrera y los Maserratti que suelen verse por las calles, sin contar todos los demás autos de alta gama como los BMW, Mercedes Benz y otros rodados de ese estilo.

Vista nocturna del Hotel Conrad y el Casino Enjoy

Es común ver taxis BMW en Punta, y a nadie se le ocurre pensar que el gobierno del Departamento Maldonado podría autorizar a circular a los viejos y destartalados “corsitas”, tan comunes en las calles de Rosario. El Taxi más sobrio y austero es un Toyota Corolla o un Citroen C4 Lounge, últimos modelos, por supuesto.

Paseo tradicional y céntrico es la avenida Gorlero, pero los negocios “top” están en Calle 20, un verdadero shopping a cielo abierto, en donde las marcas del mundo más famosas, y bien caras por supuesto, ofrecen sus exclusividades.

La exclusiva calle 20

Jardines floridos especialmente cuidados, luces y bellas formas arquitectónicas son la atracción de casas y edificios céntricos, y destacan en algunos barrios exclusivos mansiones como las de Susana Giménez, “La Mary”, valuada en unos 10 millones de dólares.

A veces Patricio Giménez, el hermano de la diva, aparece en su restaurante My Way, ubicado cerca del puerto, donde están anclados lujosos botes, y hace delicias con su saxo a los amantes del jazz y la bossa nova.

Punta del Este es, sin dudas, la ciudad de famosos y muy ricos y de aquellos que no lo son tanto o no lo son nada, pero que desearían serlo y que este año, debido a la crisis nacional que tiene responsables, claro,  tuvieron que conformarse con algo más modesto y no cruzar el charco.

Casapueblo, del artista plástico Carlos Páez Vilaró

Pleno centro de Punta del Este con sus tradicionales arreglos de jardinería

Vista nocturna de la bahía de Punta del Este

  • Producción de CLG Noticias