La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó una nueva terapia para el tratamiento del linfoma folicular, un subtipo de cáncer de sangre que hasta el momento no tiene cura.
Esta enfermedad se diagnostica a 85.000 personas al año, afectando principalmente a personas mayores de 65 años, y requiere de nuevos tratamientos para poder mejorar su calidad de vida y supervivencia.
El Linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que se divide entre Hodgkin y linfoma no Hodgkin (LNH).
El LNH comienza en los glóbulos blancos, conocidos como linfocitos, que son un componente clave del sistema inmunológico.
Hay más de 60 tipos diferentes de linfoma no Hodgkin, que también pueden ser clasificados como indolente (de crecimiento lento) o agresivo (de crecimiento rápido), dependiendo de la rapidez con la que se desarrolla.
El linfoma folicular es el linfoma indolente más común, representando el 20% de los casos de Linfoma no Hodgkin recién diagnosticados.
En todo el mundo esto equivale a 85.000 personas que son diagnosticadas con este subtipo cada año.
«Esta enfermedad se diagnostica habitualmente en adultos mayores entre los 60 y 70 años de edad. Tenemos que tener en consideración que este grupo de pacientes hoy tiene una perspectiva de vida de 15 o 20 años más, es decir, hay mucho por hacer por ellos para que lleguen a la vida que tienen prevista desde el punto de vista individual. Es por esto que controlar la enfermedad es un hecho trascendental para su calidad de vida y supervivencia que van a tener», explicó Jorge Milone, Jefe de Servicio de Hematología del Hospital Italiano de La Plata.
Los síntomas del linfoma folicular a menudo aparecen gradualmente y, por lo tanto, pasan desapercibidos por los pacientes y casi el 80% de los casos que se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad.
Aunque la mayoría de los pacientes responden al tratamiento inicial, el linfoma folicular suele reaparecer y se vuelve más difícil de tratar después de cada recaída.
La recaída puede ocurrir en cualquier momento, incluso después de años de remisión.
«Tradicionalmente se ha dicho que el linfoma folicular es una enfermedad sin cura. Sin embargo, los datos más recientes con medianas de supervivencia libre de progresión que se aproximan a los 10 años cuestionan que realmente se trate una enfermedad incurable, puesto que si un paciente permanece en remisión por más de 10 años ¿por qué no podemos pensar que esté ya curado de su enfermedad?», reflexionó Miguel Canales Albendea, Jefe de Sección Hematología del Hospital Universitario La Paz, Madrid.
En este sentido, en Argentina la ANMAT aprobó un nuevo tratamiento que demostraría un aumento de 5 años en la Sobrevida libre de progresión, y una reducción en el porcentaje de pacientes que podría sufrir una recaída, por sobre los resultados de las terapias actualmente disponibles.
Se trata de obinutuzumab, un fármaco de Roche, que se indica en combinación con quimioterapia, seguido de un mantenimiento con el mismo fármaco (no superior a los 2 años), para el tratamiento de pacientes con linfoma folicular no tratados previamente.
«Hasta el momento, esta combinación estaba indicada en pacientes que sufrían recaídas, es decir, a quienes la enfermedad les volvía luego de largos plazos de remisión. A partir de ahora, esta combinación de obinutuzumab con quimioterapia se aprobó para su utilización en primera línea terapéutica, es decir, para tratar a los pacientes de reciente diagnóstico en estadío avanzado de la enfermedad, para poder conseguir respuesta profundas para poder conseguir una mejor sobrevida libre de tumor», expresó Milone.
La autorización de este nuevo tratamiento se ha basado en el estudio GALLIUM, dentro de cual participaron cerca de 1200 pacientes en necesidad de un tratamiento con esta enfermedad.
Los resultados con esta nueva terapia superarían en 5 años a las terapias previas, basadas en Rituximab.
Los resultados han demostrado que esta nueva terapia reduce el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte (SLP), en un 34%.
Además, se corroboró una reducción de cerca del 50% en el riesgo de reaparición de la enfermedad durante los primeros 2 años, lo cual representa un avance fundamental en el control de esta enfermedad.
«La sobrevida libre de enfermedad tiene una relación directa con la calidad de vida del paciente ya que, un paciente en remisión completa, sin ningún síntoma de linfoma folicular, tendrá una mejor calidad de vida y una gran posibilidad de desarrollar una vida normal» concluyó Milone.