Se trata de una de las acciones dispuestas por el gobernador Maximiliano Pullaro en la primera semana de gestión al frente de la Provincia
El traslado de 13 sicarios y narcotraficantes de la cárcel de Piñero, vinculados a las principales bandas delictivas de Santa Fe a pabellones de máxima seguridad fue una de las acciones ejecutadas en materia de seguridad por Maximiliano Pullaro en los primeros días de su gestión al frente del Gobierno de la Provincia. La medida se completó el viernes con una acción similar en la cárcel de Coronda, donde se requisaron celdas, se secuestraron elementos y se aisló a delincuentes de alto perfil.
En coordinación con el Ministerio de Justicia y Seguridad, a cargo de Pablo Cococcioni, se materializó un paquete de medidas que tienen como principal objetivo reorganizar y efectivizar la operatividad y funcionamiento de la policía y el servicio penitenciario santafesino.
“Daremos una batalla sin cuartel al delito, al crimen organizado y a aquellos personajes que se creen intocables”, aseguró el gobernador Pullaro días atrás para luego completar: “Los jefes narcos y sicarios volvieron a pabellones de alto perfil y eso nos va a permitir tener un mayor control de estos reclusos. El objetivo es que desde los penales no se cometan delitos; esto significa que si ese preso cometió un delito grave desde la cárcel, van a hablar con sus familiares y abogados a través de un blindex y van a estar monitoreados las 24 horas”.
Quiénes son los delincuentes de alto perfil
Los 13 internos que se encontraban en pabellones comunes y fueron trasladados a pabellones de alto perfil son Ariel Máximo Cantero, Juan Carlos Olguín, Valentino Barjacoba, Marcos Mac Caddon, Gastón Alejandro Berlari, Mauro Javier Gerez, Andy Fabián Benítez, Leandro Daniel Olivera, Ariel Sebastián Acosta, Juan José Villazon, Franco Matías Almaraz, Fabio Alejandro Giménez y Andrés Alejandro Bracamonte. En consecuencia, en pabellones de alto perfil se pasa de tener 25 internos a 38 detenidos en esa categorización.
Vaciamiento de comisarías
Asociada a esta medida, el ministro también ordenó el vaciamiento de varias comisarías de Rosario y trasladaron un total de 86 presos a dependencias del Servicio Penitenciario. De esta manera el personal policial ya no tendrá la tarea de custodiar presos y se dedicará exclusivamente a los patrullajes de prevención. En los próximos días se realizará lo mismo en la ciudad de Santa Fe, y luego se continuará con el resto de las comisarías de la Provincia.
Por otra parte, Coccocioni detalló otras medidas que se están llevando adelante en todos los edificios que alojan detenidos y en la calle. “Estamos desarrollando operativos de cacheo, control y requisas aleatorias en la vía pública; prohibición de entrada de elementos al servicio penitenciario, restricción de horarios de visitas, horarios de patios y comunicaciones y otros derechos reglamentarios de los reclusos”. Y remarcó: “Vamos a adoptar todas las medidas necesarias, y de la forma más enérgica posible, para garantizar y recobrar la paz pública en Rosario y en toda la provincia de Santa Fe”.
Mayor presencia y patrullaje
Desde el primer día de gestión, también se dispuso un bloqueo administrativo de la Policía provincial. “Esto significa que sólo funcionará con guardias mínimas en las oficinas y nos permite contar con mayor presencia policial en las calles y el territorio”, marcó Coccocioni. La consigna general es que hasta el último policía esté en la calle, haciendo patrullaje preventivo, y no en oficina juntando papeles”.
Además, el Ministro sostuvo que “a una semana de estar en el Gobierno, podemos decir que hoy las rutinas de patrullaje cuentan, como mínimo, con el doble de vehículos en calle por efecto de estas medidas que estamos tomando. Avanzaremos a paso firme en función de la planificación establecida por el gobernador Pullaro para reequipar la institución policial que tiene una flota de vehículos absolutamente desmantelada. Esta semana ingresamos con talleres móviles en las unidades regionales y nos encontramos con unidades en estado calamitoso. Esto no puede volver a pasar nunca más en la provincia de Santa Fe. Recibimos una policía colapsada que iremos reconstruyendo en el corto, mediano y largo plazo, apuntando, entre otras cosas, a que la flota de patrulleros esté en condiciones”, completó.