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Protesta social en pleno bulevar Oroño dejó caos vehicular, cruces verbales y enojo del intendente


Foto: Juan José García

La Municipalidad denunciará a las organizaciones que bloquearon la calle con ollas populares en el cantero mientras entregaban un petitorio en los Tribunales Federales

En una protesta que tuvo lugar este jueves por la mañana, organizaciones sociales, incluyendo la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Polo Obrero, se reunieron en bulevar Oroño frente a los Tribunales Federales en Rosario causando importantes interrupciones de tráfico. La manifestación, que se intensificó a pesar de la intervención municipal, llevó al Gobierno de Pablo Javkin a anunciar que tomará acciones legales contra los grupos involucrados por obstruir el tránsito y dañar la infraestructura urbana.

La protesta fue organizada para entregar un petitorio a los Tribunales Federales exigiendo que el Gobierno nacional reanude la distribución de alimentos, suspendida desde diciembre. Bajo el lema «Rosario marcha contra el hambre: Por pan, abrigo y trabajo», la protesta reunió a participantes de diversos grupos sociales, políticos, sindicales y religiosos, culminando en la instalación de una cocina popular en el cantero central del bulevar.

Funcionarios municipales informaron que la protesta comenzó alrededor de las 9, con grupos congregándose en intersecciones clave antes de marchar hacia los Tribunales. A pesar de las advertencias de los funcionarios municipales contra encender fuego o bloquear calles, los manifestantes instalaron grandes ollas para preparar alimentos, citando la necesidad de destacar la crisis alimentaria que enfrentan muchas personas en los barrios locales.

El secretario de Control y Convivencia de Rosario, Diego Herrera, criticó a los líderes de la protesta: “Esto es un capricho de (Eduardo, líder de la CCC) Delmonte; quiere protagonismo”. Herrera, junto con el intendente Pablo Javkin, enfatizó la interrupción causada por la protesta, que impidió el paso de vehículos de emergencia y afectó a las escuelas y centros médicos cercanos.

En respuesta a la protesta, el intendente Javkin declaró: “Este lugar no es adecuado para este tipo de manifestaciones. Hay escuelas y clínicas cerca. Las protestas se pueden realizar en otros lugares, como frente a la Municipalidad o la Gobernación, sin causar interrupciones innecesarias”. Javkin también criticó al líder de la CCC, Eduardo Delmonte, cuestionando sus motivos y acusándolo de explotar la pobreza con fines políticos.

A pesar de los esfuerzos de la ciudad por gestionar la situación y reubicar la cocina en un área más segura, los manifestantes persistieron, lo que llevó a tensiones con los agentes municipales. La ciudad ha decidido ahora escalar el asunto legalmente, citando el uso no autorizado del espacio público y el peligro para la seguridad pública.

La protesta también fue criticada por las autoridades locales, quienes argumentaron que, si bien se respeta el derecho a protestar, la forma en que se llevó a cabo esta manifestación representó riesgos e inconvenientes para la comunidad en general. Destacaron la importancia de equilibrar el derecho a protestar con los derechos de otros ciudadanos a acceder a servicios esenciales e infraestructura sin obstrucciones.

La CCC y otras organizaciones participantes sostienen que la manifestación era necesaria para llamar la atención sobre la grave inseguridad alimentaria que afecta a las poblaciones vulnerables en Rosario, afirmando que los gobiernos municipal y nacional deben abordar estas necesidades urgentes sin demora.