Desde el seno de la zona sur, la biblioteca popular Pocho Lepratti busca transformar a los niños y niñas y propone un "Día de la Infancia" solidario
La biblioteca popular Pocho Lepratti, ubicada en el corazón de barrio Tablada, aporta desde su intervención educacional y cultural y marca el andar de una zona que expone a Rosario en todas sus dimensiones. Las iniciativas que propone son múltiples y agosto se transforma en el «Mes de las Infancias», poniendo en el eje central a los más chicos con el barrio acompañando con alegría y fervor. Pero en estos tiempos, con pandemia mediante, las actividades se vieron reducidas, aunque no por eso se perdieron. Es por eso, y como anticipo a la jornada, la biblioteca realiza una colecta de juguetes. CLG dialogó con Alejandra Berbel, tesorera de la institución, quien aseguró: «Nos ajustamos a la realidad, vamos a compartir una tarde al aire libre y buscamos darle un juguete a cada uno».
La Pocho Lepratti está ubicada en Chacabuco 3085 y para mediados de agosto esperan poder celebrar el Día de la Infancia junto a más de 150 chicos y chicas, y desde la comisión directiva aguardan que sean juguetes «en buen estado». Quienes estén interesados en colaborar deben comunicarse al 341-6246151 para coordinar o bien donando al CBU 1910288555028859716082 (Banco Credicooop). Alejandra, además, añadió que se puede ayudar con chocolate, leche, golosinas o bizcochuelo para darle a los niños y niñas en su día.
La Biblioteca se presenta como un ámbito socio-cultural y educativo para el desarrollo y diseño de políticas de acción social dedicado a aquellos sectores de la comunidad, que exigen el pleno reconocimiento de sus derechos sociales y ciudadanos. Desde hace casi 20 años, los vecinos la tienen como faro y cada esquina reconoce las acciones de este centro barrial.
Pero además de su apuesta cultural, el coronavirus expuso su tarea solidaria y desde el comienzo de la pandemia se desarrolla una olla comunitaria en la sede de la institución. «Es la primera vez que tuvimos que afrontar una olla popular para acercarnos a la familia y ayudarlos no solo desde lo cultural», contó la tesorera de la biblioteca.
Los viernes al mediodía se organizan alrededor de 150 raciones por semana que entregan y se acercan al barrio con un plato de comida caliente. Berbel también aclaró que reciben donaciones de alimentos como verduras, cebolla, papas, zanahorias o puré de tomate. «El barrio está empobrecido, mucha gente se quedó sin trabajo y hay muchas necesidades. Como está en sí todo el país. Acá nos encontramos con más gente que se quedó sin changas y llevar un plato de comida a la casa cuesta cada vez más», retrató ante CLG y llamó a quienes puedan acercar ropa de abrigo para el «ropetiro» que se abre en cada olla popular.
La Biblioteca Popular en sí presta libros, ofrece apoyo escolar y talleres de ajedrez, arte y cuento, sumado a las propuestas para adolescentes con la enseñanza de oficios como mosaiquismo, encuadernación, serigrafía y sublimado. Asimismo cuenta con un jardín de infantes de 2 a 4 años. Ahora, abrió su puerta a la solidaridad.