Las lanchas que circulan actualmente tienen entre 60 y 100 años de antigüedad, cuentan con motores diésel considerados anticuados y de gran consumo
Los integrantes del proyecto Ecolancha presentaron su propuesta para el desarrollo de embarcaciones impulsadas por el uso de energías renovables, para el transporte fluvial de pasajeros en el Delta del Paraná, con menor impacto ambiental que las actuales lanchas motorizadas por combustibles fósiles.
El proyecto de capitales privados prevé la renovación total de la flota del Delta, e implica una inversión que ronda los US$800.000 por unidad, con desarrollo y producción nacional.
Se trata de una alternativa sustentable para los traslados en el Delta, a través de lanchas eléctricas que reemplazarán las actuales que se desplazan a través del consumo de diésel.
Las lanchas que circulan actualmente tienen entre 60 y 100 años de antigüedad, cuentan con motores diésel considerados anticuados y de gran consumo.
«La electrificación cobra impulso en todo el transporte mundial alcanzando las vías fluviales con embarcaciones a baterías. Con beneficios ambientales y de costos, es posible renovar el antiguo servicio para pasajeros que se presta en el Delta desde 1935», asegura Leonel Falcon, fundador del Proyecto ECOlancha
La implementación de las Ecolanchas reduce la huella de carbono en un 85% utilizando la electricidad de la red, o bien, el 100% si se usa electricidad de origen renovable.
En ese sentido, se destacó que los beneficios son múltiples porque ninguna alternativa al diesel (biodiesel, gas natural, metanol, hidrogeno, e-fuel) supera a la electrificación con fuentes renovables, por factibilidad, costo, mantenimiento, bajas emisiones y polución.
Entre sus beneficios, Falcon afirmó que «la electrificación ofrece la oportunidad de una reducción drástica de costos operativos y de mantenimiento. También elimina la exposición de la tripulación y los pasajeros a vibraciones, ruidos y gases de escape nocivos, limita drásticamente las emisiones de CO2, mejora la calidad del aire y reduce el riesgo de derrame de combustible o lubricantes».
Agregó que «la electricidad, además de ser una fuente renovable, es más económica que el diésel. A la vez que los costos y tiempos de mantenimiento son más bajos, sin cajas de cambio, tanques de combustible, motores térmicos, sistemas de ventilación, enfriamiento y escape».
Además, cada Ecolancha puede brindar suministro eléctrico a escuelas o centros de salud en caso de catástrofe, ya que la batería podría abastecer durante aproximadamente un mes a una vivienda promedio de la ciudad de Buenos Aires.