Santos fue procesado por presionar a Cocucci "con el objeto de que aquella no ponga en conocimiento de los medios de comunicación y de la Justicia, el negocio que llevaría adelante y a efectos que limpiara su nombre por haberlo mencionado como conocido del fiscal Alberto Nisman"
El representante de modelos Leandro Santos fue procesado por el juez federal Sebastián Casanello por amenazas y presiones contra la modelo Florencia Cocucci, quien era amiga del fiscal Alberto Nisman, presuntamente para evitar que declarara ante la Justicia lo que sabía sobre las actividades de «prostitución vip» que se le reprochan en Argentina y Uruguay.
Santos fue procesado por presionar a Cocucci «con el objeto de que aquella no ponga en conocimiento de los medios de comunicación y de la Justicia, el negocio que llevaría adelante y a efectos que limpiara su nombre por haberlo mencionado como conocido del fiscal Alberto Nisman», sostiene la resolución.
La figura por la que fue procesado contempla penas de hasta diez años de cárcel, pese a lo cual el juez no le dictó la prisión preventiva.
«Si no hacés lo que te digo vas a aparecer como el Fiscal o como una mujer que apareció muerta en el edificio del Fiscal», denunció Cocucci que le advirtió Santos en el contexto de la declaración que debía prestar en la causa por la muerte de Nisman.
Santos –añadió la modelo- la amenazó «con publicar afiches en los que ella estaba manteniendo un encuentro sexual con tres personas».
Para Casanello, «desde sus inicios el vínculo entre ambos se ciñó a la mecánica de la agencia, lugar en que muchas mujeres eran fuertemente cosificadas y estereotipadas; llamadas a ocupar un rol preciso: el de satisfacer las necesidades de los varones, jefes y prostituyentes».
Para el juez, las amenazas «tuvieron en miras lograr la impunidad de toda una cadena de hechos delictivos que habrían sido perpetrados por un protagonista principal: Leandro Ernesto Santos».
En la misma resolución, el juez sobreseyó al también agente de modelos Jorge Zonzini, a quien Cocucci había acusado de también haberla presionado pero, en su caso además, proponiéndole que tuviera sexo con él porque «necesitaba a alguien que la protegiera».
El juez entendió que las pruebas acumuladas en el expediente desvinculaban a Zonzini de la acusación.