La Justicia santafesina procesó con prisión preventiva al ex jefe de antinarcóticos de la policía de la provincia, Alejandro Druetta, y a otro agente de la misma fuerza, al considerarlos organizadores de una estructura dedicada al narcotráfico, informaron este viernes fuentes judiciales.
La medida fue dictada por el Juzgado Federal 4 de Rosario, a cargo de Marcelo Bailaque, que procesó a Druetta, quien se desempeñaba como jefe de inteligencia de Zona Sur de Drogas Peligrosas, y al agente Juan “Tiburón” Delmastro.
A ambos los acusó de los delitos de “tráfico ilícito de estupefacientes, en el carácter de organizadores, en la modalidad de comercio agravado por la intervención de más de tres personas y por su calidad de funcionarios públicos encargados de la persecución de los delitos contemplados en la ley 23.737”.
Druetta y Delmastro, quien en abril de 2018 fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión por encubrimiento de la narcobanda «Los Monos», también fueron procesados por “falsedad ideológica” y “falso testimonio”, por lo que permanecerán con prisión preventiva, informó el sitio web fiscales.gob.ar.
Según la investigación conjunta del fiscal federal de Rosario, Claudio Kishimoto, y de la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar), Druetta y Delmastro lideraban una banda de venta de drogas a través de Ignacio Actis Caporale, alias «Ojitos» o «Nacho», un joven que pronto irá a juicio oral por ese delito junto a otras ocho personas, entre ellas su padre.
La investigación se inició en 2018 como desprendimiento del expediente de Caporale y según los fiscales, los policías comercializaban drogas a través del acusado, quien a la vez les proporcionaba datos de otros vendedores para que hicieran procedimientos «positivos».
En el dictamen señalaron que los acusados llevaban adelante «conductas de corte criminal orientadas a la realización de procedimientos de prevención, con información obtenida ilegalmente, en miras a consolidar falsamente su función policial y éxito profesional».
De acuerdo a la causa, Druetta detuvo a Caporale el 5 de julio de 2007 en una plaza del centro de Rosario, cuando el entonces adolescente de 18 años vendía troqueles de LSD.
Desde entonces lo puso a trabajar para él, tanto para la venta de drogas como para «marcarle» otros traficantes, a los que les sacaban el dinero y los encarcelaban, señala la acusación.
Siempre según el dictamen, el vínculo se mantuvo hasta el 26 de septiembre de 2012 cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó el domicilio de «Ojitos» y otros más, y secuestró cocaína, marihuana y troqueles de LSD.
Caporale regresaba ese día a la Argentina en un avión junto a su novia, y gracias a un aviso abandonó el vuelo en una escala en Lima, Perú.
Estuvo prófugo hasta diciembre de 2016 cuando fue detenido por la PSA en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, antes de iniciar una carrera automovilística.
Un testigo «arrepentido» declaró que «el jefe era Alejandro Druetta, era él quien entregaba la droga y decía muchas veces a quién le tenían que vender la droga».
En tres declaraciones agregó que «también pedía que le entreguen a gente que les compraba para él después detenerlos y con esos procedimientos ir ascendiendo en su carrera policial».
Para el juez Bailaque, a través de la prueba recolectada “puede notarse la estrecha relación existente entre lo declarado por la persona arrepentida y los hechos registrados en las actas de procedimiento de las causas en las que Druetta y Delmastro habrían intervenido”.