Cuando falta poco para que se cumplan cuatro décadas de los primeros casos reportados de sida, la que podría ser la primera vacuna para el VIH que se lance al mercado empieza a ensayarse en 3800 voluntarios de varios países, incluida la Argentina. La expectativa es que la nueva vacuna brinde protección durante varios años, idealmente de por vida, «aunque también hay que ver si se necesitan dosis de refuerzos y con qué periodicidad», le dijo a La Nación Omar Sued, director de investigaciones clínicas de la Fundación Huésped y flamante presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Siempre y cuando se reciba la autorización de la Anmat, en junio va a arrancar el ensayo clínico de fase tres en la Fundación Huésped y en otro centro del país, al que luego se sumarían otros seis que acaban de ser validados internacionalmente, destaca Luis Pliego, director médico y regulatorio para el sur de América Latina de Janssen, la empresa de Johnson & Johnson que está desarrollando el producto.
El estudio se realizará en 200 centros de Estados Unidos, Europa, México, Brasil, Perú y la Argentina, con el financiamiento de Janssen y organizaciones como los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos y la Fundación Bill & Melinda Gates. Según datos que trascendieron del protocolo, la Argentina va a contribuir con 600 participantes sanos, en principio hombres que tienen sexo con hombres de 18 a 30 años, quienes recibirán al azar un esquema de cuatro dosis de la vacuna o inyecciones inertes (placebo) en las semanas 0, 12, 24 y 48. Un estudio similar, pero en mujeres, ya está en marcha en el sur de África.
El seguimiento se prolongará cinco años, para constatar si la inmunidad se sostiene o no. Aunque los médicos van a insistir en que los voluntarios no se sientan ya «protegidos» y adopten otras medidas preventivas para VIH, como el condón, la hipótesis es que empiecen a verificarse diferencias en la tasa de nuevas infecciones entre el grupo inmunizado y el de control. En cambio, no se va a incluir en el estudio a aquellas personas «de riesgo» que prefieran tomar todos los días medicación antirretroviral, una estrategia que se conoce como «profilaxis preexposición» o PrEP y que la Argentina podría empezar a suministrar de manera gratuita en el curso de este año.
Pliego sostiene que los resultados finales del estudio se esperan para 2023, «aunque va a haber análisis interinos que quizá requieran una aceleración a nivel mundial». Mañana, el médico belga Paul Stoffels, director científico de J&J, va a brindar más detalles del desarrollo, en el marco de un «día de la innovación» que organiza el laboratorio en el CCK y que contará con la presencia, entre otros, del secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein.
Fuente: La Nación