El juez de los Tribunales provinciales de Rosario Héctor Núñez Cartelle ordenó que David Adrián G., acusado de haber abusado sexualmente de la hija menor de edad de su pareja, permanezca en prisión preventiva por noventa días a la espera de informes médicos necesarios para determinar su grado de responsabilidad.
El imputado es un hombre de 37 años, que ya se encuentra detenido. La víctima, una nena de 13 años, no pudo determinar la fecha exacta en que sufrió los abusos pero sí que era violada tres veces por semana durante sus vacaciones de verano, entre diciembre de 2018 y el 21 de febrero de 2019, mientras su madre estaba trabajando.
Pese a estar amenazada por su padrastro, la niña se animó a contarle a la mamá cuando comenzó a sentir fuertes dolores abdominales producto del embarazo. Fueron a un centro asistencial dónde la atendieron médicos, psicólogos y trabajadores sociales que constataron los dichos de la menor. Luego, ambas se fueron a vivir a la casa de un familiar y el 8 de agosto se le practicó la interrupción legal del embarazo.
En la audiencia, el defensor público Martín Riccardi planteó que cuando se hizo el aborto la niña cursaba la decimoctava semana de embarazo, por lo que el mismo se habría producido en abril y no entre diciembre y febrero.
La fiscal Nora Marull solicitó que el imputado permanezca en prisión preventiva sin plazo para poder llevar a cabo medidas que determinarán con exactitud la fecha en que el feto fue concebido y la identidad del progenitor.
Además, restan realizar análisis de sangre al imputado y el peritaje de su celular, a lo que no se opuso. Sin embardo, Riccardi rechazó el pedido de prisión preventiva y solicitó prisión domiciliaria con tobillera electrónica para su defendido.
El juez Héctor Núñez Cartelle, mediando entre las pretensiones de ambas partes, dictó prisión por noventa días, plazo que consideró razonable para que se lleven a cabo los estudios médicos necesarios.