Los voceros señalaron que los imputados se apoderaron ilegítimamente de 438.054 pesos entre diciembre del año pasado y el 7 de junio, y que el juez Jorge Patrizi resolvió que aguarden el juicio en prisión.
La Justicia de Santa Fe dispuso la prisión preventiva para dos hombres oriundos de la provincia de Córdoba que son investigados por cometer salideras bancarias en la capital provincial entre diciembre del año pasado y principios de este mes, informaron hoy voceros judiciales.
Uno de los imputados tiene 67 años y sus iniciales son L.A.R., mientras que el otro tiene 37 y fue identificado como C.M.G., ambos residentes en la provincia de Córdoba y acusados de estafas y robos reiterados.
Los voceros señalaron que los imputados se apoderaron ilegítimamente de 438.054 pesos entre diciembre del año pasado y el 7 de junio, y que el juez Jorge Patrizi resolvió que aguarden el juicio en prisión.
Los hechos que se investigan fueron cometidos entre el 13 de diciembre de 2022 y el miércoles 7 de este mes y, de acuerdo al Ministerio Público de la Acusación (MPA), los imputados «concretaron sus conductas delictivas en inmediaciones de sucursales bancarias en las que las víctimas habían retirado dinero en efectivo antes de ser abordadas por ellos».
En la audiencia de medidas cautelares celebrada en los tribunales de Santa Fe la Fiscalía sostuvo que los robos fueron cometidos en las esquinas de 25 de Mayo y Mendoza; Tucumán y 25 de Mayo; San Jerónimo y San Martín; cortada Falucho y San Martín; avenida Freyre y Salta, y avenidas Aristóbulo del Valle y Galicia.
«En diferentes ocasiones, uno de los atacantes sorprendió a personas en la vía pública, les dijo que había encontrado un monedero que contenía gran cantidad de pesos y dólares y les ofreció repartirlos», lo que era «un engaño para quitarles el dinero que llevaban consigo», indicó el MPA.
Además, sostuvo que, «si bien algunas de las víctimas aceptaron compartir el supuesto efectivo hallado y otras se negaron, a todas las desapoderaron del que les pertenecía».
La Fiscalía añadió que «por lo general, la maniobra defraudatoria se concretaba cuando el otro hombre investigado aparecía y preguntaba por el monedero», ya que «mientras buscaban, los imputados abrían los bolsos o carteras de las víctimas y se apropiaban del dinero ajeno».
Además, en al menos en dos oportunidades, los hombres investigados ejercieron violencia física para llevar adelante las salideras bancaria, según la acusación.